Tren TGV Inoui que hace la ruta de alta velocidad Barcelona-París, parado en la estación de Sants de Barcelona.

Tren TGV Inoui que hace la ruta de alta velocidad Barcelona-París, parado en la estación de Sants de Barcelona. Europa Press

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SNCF aviva la guerra con Renfe: mueve 2M de pasajeros en el Barcelona-París con la española 'vetada' en la capital francesa

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En diciembre de 2022, la alianza que mantuvieron durante una década Renfe y SNCF para operar líneas ferroviarias transfronterizas entre España y Francia llegó a su fin. La parte francesa rompió el acuerdo ante la incredulidad de los españoles y lanzó una línea en solitario entre Barcelona y París.

Ahora SNCF Voyageurs, la sociedad de transporte de pasajeros del grupo SNCF, ha superado los dos millones de pasajeros en su ruta TGV inOui Barcelona-París tras dos años de actividad. Y Renfe, por su parte, sigue sin poder llegar a la capital francesa.

El balance, por tanto, es desigual para las dos compañías públicas que en su día cerraron un acuerdo histórico en las relaciones ferroviarias internacionales. La ruptura de esta joint venture es el origen del enfrentamiento hoy en día entre Renfe y Ouigo (la filial low cost de SNCF que opera en España).

Dos años de la ruptura

Pero ¿qué pasó hace dos años? Entre 2013 y 2022, Renfe y SNCF mantuvieron una sociedad conjunta para la explotación de las líneas de alta velocidad Barcelona-Lyon-París y Madrid-Marsella. Esta sociedad participada al 50% por cada una comercializaba sus productos bajo la marca Elipsos Internacional. 

Pero de la noche a la mañana y sin avisar, la francesa decidió romper con el acuerdo justificando las pérdidas de 100 millones de euros acumuladas en esa década por la sociedad Renfe-SNCF en Cooperación. Un gesto de deslealtad que a Renfe no le gustó ni tampoco entendió. De hecho, la intención del operador español era renovar la alianza en diciembre de 2022.

Esto supuso que Renfe cambiara de estrategia y pidiera todos los permisos necesarios para operar de nuevo -pero en solitario- estas dos rutas. Mientras tanto, la compañía francesa -con los permisos en su poder- sí pudo mantener esas rutas en solitario. El 13 de diciembre de 2022 (justo después de acabar con el acuerdo con Renfe), SNCF Voyageurs estrenó el TGV inOui Barcelona-París.

A la vez que esto ocurría, SNCF operaba en España a través de Ouigo desde mayo de 2021. Este operador low cost fue el primer competidor que entró en la alta velocidad en el proceso de liberalización ferroviaria en nuestro país. 

De esta forma, SNCF jugó la baza de la asimetría normativa entre ambos Estados para estar presente en Francia y España en distintos corredores. Por aquel entonces, los galos tenían claro que no se puede ser aliado de un competidor. Algo que más tarde entendieron los españoles.

Renfe, por su parte, trabajaba en llegar de nuevo a Francia con el AVE mientras las autoridades francesas no lo ponían nada fácil. De eso se ha quejado el ministro de Transportes, Óscar Puente, durante todo este año. Tanto que hemos asistido a una guerra entre el Gobierno y Ouigo que acabó con una amenaza de denuncia por dumping ante la Comisión Europea. 

Y el resultado es que el operador español sigue sin pisar tierra parisina y es consciente de que como mínimo no lo hará hasta el próximo año. 

No obstante, la compañía española está presente en el país vecino desde el verano pasado. El 13 de julio de 2023 el AVE entró por primera vez en Francia a través de la ruta Barcelona-Lyon. Más tarde, el 28 de julio, estrenó el trayecto Madrid-Marsella.

Y sus intenciones pasan por seguir creciendo su negocio en el país vecino pese a los bloqueos que sufre. Así, en mayo el consejo de administración de Renfe aprobó iniciar el proceso para la creación de una filial francesa de la sociedad Renfe Proyectos Internacionales con sede en París cuyo objeto social es la búsqueda de negocio en este país y su ejecución y explotación.