La CNMC desaconsejó crear la filial de Enaire para concursar en la liberalización de torres de control aéreo en España
- Para el organismo, los vínculos accionariales entre Aena y Enarie podrían incidir en la neutralidad de sus licitaciones.
- Más información: Un informe de la CNMC revela que liberalizar el 100% de las torres de control en los aeropuertos no es eficiente
Enaire lleva años buscando la manera de poder participar en los concursos de liberalización de torres de control aéreo convocados por Aena u otros operadores internacionales. Por ello, en 2021 creó la sociedad mercantil Enaire Global Services (ESG), pero no ha sido hasta esta semana cuando el Consejo de Ministros ha autorizado su constitución, pero limitando su actividad al ámbito internacional tras los informes desfavorables de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En 2018, antes de crear dicha empresa, la CNMC recomendó eliminar la integración vertical de Enaire y Aena, en la que la primera empresa posee el 51% del capital de la segunda. La razón se debe a que, en su opinión, desincentiva la continuación del proceso de liberalización de los servicios de control aéreo.
“En la decisión de licitar los servicios de tránsito aéreo (ATS) en un aeródromo, que legalmente corresponde a Aena, puede influir su relación accionarial con Enaire, lo cual resta objetividad al proceso de toma de decisiones. Por ello, se recomienda que se avance en la separación de ambas entidades”, detalló en dicho informe.
Es decir, la CNMC recomienda que Enaire deje de tener el control mayoritario sobre Aena para, de este modo, evitar posibles restricciones a la competencia en el mercado liberalizado.
Años después (en 2023), la propia Enaire, consciente de su vínculo con Aena, preguntó a la CNMC sobre la constitución de ESG y si existiría un riesgo de conflicto de interés por los vínculos empresariales entre ambas empresas.
La respuesta fue igual de contundente. En otro informe, Competencia alertó de un posible conflicto de interés entre Enaire y Aena. El organismo detalló que “si la filial de Enaire se presentase a las licitaciones, los vínculos accionariales entre Aena y Enarie podrían incidir en la neutralidad de sus licitaciones”.
En caso de conflicto de interés, la CNMC explicó que correspondería a Aena tomar decisiones. “En caso de constatarse la existencia de conflicto y no encontrarse otras soluciones más efectivas, la exclusión de EGS de las licitaciones puede ser una solución necesaria”, añadió.
También recomendó a Aena diseñar sus procedimientos de licitación para que participe el mayor número posible de operadores y evitar restricciones a la competencia injustificadas.
Por último, la CNMC reconoció que la normativa de defensa de la competencia no impide crear empresas y que participen en licitaciones públicas. Pero, en todo caso, recordó que el comportamiento en el mercado de Enarie y su filial EGS debe respetar las reglas de competencia nacionales y europeas.
Estas sugerencias del organismo presidido por Cani Fernández sólo se refieren a los procesos de liberalización de torres de control en España y no son vinculantes. De hecho, la filial de Enaire ha limitado su actividad al ámbito internacional.
Aún así, Raquel Martínez Arnáiz, directora general de Skyway, espera que se cumpla escrupulosamente con las recomendaciones. También confía en que la participación de ESG en concursos nacionales e internacionales “cumpla estrictamente las normas de libre competencia en igualdad de condiciones”, según comenta a EL ESPAÑOL-Invertia.
Y desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) han celebrado que se realicen los cambios legislativos necesarios para que Enaire se pueda presentar a este proceso de competencia.
Esto permite que “en el caso de que su oferta fuese más competitiva que la del resto de licitadores pudiese seguir siendo el proveedor de servicios de tránsito de aeródromo en una o más de las torres en cuestión”, señalan fuentes de la patronal a este periódico.
Liberalización de torres
En la actualidad, existen tres proveedores de servicios de tránsito aéreo (ATS) en España: Enaire como empresa pública, que presta servicios en las 21 torres que no han sido liberalizadas; y dos proveedores privados, Saerco y FerroNats (actualmente Skyway).
Las dos compañías prestan servicio en otras 22 torres civiles: las doce torres de control liberalizadas en 2010, las seis torres con servicios AFIS y las torres civiles fuera de la competencia de la Administración General del Estado.
Y en un futuro podrían ser más torres las liberalizadas. En febrero de 2023, el Gobierno publicó una orden ministerial para liberalizar las torres de control de siete aeropuertos: Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol, Gran Canaria, Tenerife Sur, Tenerife Norte, Bilbao y Santiago.
Esta estaba llamada a ser la mayor privatización de la gestión del control aéreo en España desde 2010, cuando se inició la liberalización. Y hablamos en pasado porque el PSOE pactó meses después en el Congreso de los Diputados con Bildu, ERC y BNG la “revisión” de la orden y, por tanto, su paralización.
Dos años después, sigue guardada en un cajón a pesar de contar con el apoyo de la patronal aérea. “La experiencia de la primera fase ha dado lugar a una mayor eficiencia, manteniendo los niveles de calidad y sin menoscabo de la seguridad”, señalan fuentes de ALA.
Por su parte, Skyway confía en que el Ministerio de Transportes continúe con el proceso anunciado en 2023, avalado por los enormes beneficios logrados con la liberalización del servicio de control iniciado en 2011 o el proyecto de Cielo Único Europeo.
Pero sin esta segunda ola de liberalización, la nueva filial de Enaire sólo podrá participar en los concursos de las torres ya liberalizadas aquí en España (además de otros procesos internacionales). Es decir, “Enaire podrá recuperar las torres privatizadas”, señalan fuentes de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que rechazan los procesos de liberalización.
La mayoría de las torres de control de gestión privada tienen contratos de una duración media de siete años (con opción a prórroga), por lo que se estima que a partir de 2027 terminen y se vuelvan a licitar.