2021 está siendo un buen año para la mayoría de las farmacéuticas que han desarrollado vacunas contra la Covid-19 aprobadas para su uso en la Unión Europea (UE). Pero no todas han visto impulsados sus beneficios. De hecho, AstraZeneca es la única que ha registrado pérdidas en los primeros tres trimestres de este ejercicio.
Según las últimas cuentas presentadas por la compañía y correspondientes al tercer trimestre de 2021, registró pérdidas de 1.651 millones de dólares (1.424 millones de euros).
Si nos fijamos en el periodo comprendido entre enero y septiembre, Astrazeneca obtuvo un beneficio neto de 461 millones de dólares (398 millones de euros), lo que supone un 78% menos que un año antes.
Estas pérdidas se deben al aumento de la inversión en I+D que ha hecho la farmacéutica anglosueca y a que ha vendido su vacuna contra la Covid sin ánimo de lucro. Sin embargo, esto va a cambiar.
Tal y como anunció la propia AstraZeneca, introducirá cambios en su política para la comercialización del antígeno que ha desarrollado junto a la Universidad de Oxford. Así, espera llevar a cabo "una transición progresiva de la vacuna hacia una rentabilidad modesta a medida que se reciben nuevos pedidos".
En el lado contrario están Pfizer, BioNTech, Moderna y Janssen. Los beneficios de estas cuatro farmacéuticas se han visto impulsados por las vacunas contra la Covid-19.
En el caso de Pfizer, el beneficio ha pasado de los 7.167 millones de euros (8.313 millones de dólares) registrados entre enero y septiembre de 2020, a 16.024 millones de euros (18.586 millones de dólares) hasta septiembre de 2021. Es decir, ha crecido un 124%.
Este aumento se debe, principalmente, a los buenos resultados obtenidos por su negocio de vacunas. De hecho, la multinacional estadounidense ha elevado (otra vez) sus previsiones de ventas para 2021, hasta los 31.000 millones de euros.
También BioNTech, la biotecnológica alemana que ha desarrollado la primera vacuna contra la Covid autorizada en la Unión Europea junto a Pfizer, ha visto impulsado su beneficio gracias a las ventas del antígeno.
En concreto, obtuvo un beneficio neto de 7.126,3 millones de euros en los primeros nueve meses de 2021. Es una cifra que contrasta con las pérdidas de 351,7 millones de euros de 2020, cuando todavía no se comercializaba la vacuna.
Otro ejemplo de cómo el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus ha impulsado el beneficio es Moderna. El antígeno desarrollado por esta compañía fue el segundo aprobado para su uso en la Unión Europea.
En su caso, el beneficio neto de los primeros nueve meses del año fue de 6.440 millones de euros (7.300 millones de dólares), frente a las pérdidas de 418 millones de euros (474 millones de dólares) que registró la multinacional en el mismo periodo de 2020.
Por último, Janssen. El fabricante de la vacuna monodosis registró un incremento de sus beneficios del 3,2%, hasta los 3.140 millones de euros (3.667 millones de dólares) en el tercer trimestre de 2021.