El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció este martes en el debate de política general de la Comunidad Valenciana un acuerdo de colaboración "excepcional" con la sanidad privada para reducir las listas de espera en la autonomía. "Tenemos un motivo de preocupación: las listas de espera", reconoció el líder socialista, que anunció la modificación del decreto autonómico 97/1996 para materializarlo.
Tal corrección normativa permitirá "que un paciente que tenga que ser operado de las patologías más prevalentes y vaya a tener que esperar más de 60 días, pueda elegir la opción -desde el primer día- de ser intervenido en la sanidad privada". "Esta medida excepcional entrará en vigor en diciembre y durará el periodo necesario hasta que se normalice la lista de espera", precisó.
El presidente, además, anunció que el denominado 'plan de choque' preexistente para la colaboración con el sector privado incrementará su presupuesto público "de 15 a 22 millones de euros".
Puig responsabilizó del actual escenario a la Covid-19. "Dos años y medio de pandemia han tenido un impacto asistencial. Es cierto que los datos aquí son mejores que en el conjunto de España. El retraso quirúrgico es 3 semanas inferior, y la tasa de personas en lista de espera es casi 5 puntos inferior a la estatal", expuso.
"Pero eso no es ningún eximente. No es excusa ante la obligación de mejora permanente. Y por eso intensificamos el esfuerzo con las siguientes acciones contra las listas de espera", agregó. Por ello, Puig anunció la creación de 995 plazas nuevas en 2023 en la sanidad pública y especificó un total de seis acciones concretas contra las listas de espera.
"Control de demora"
Además del mencionado acuerdo con la sanidad privada y el incremento presupuestario del 'plan de choque', Puig explicó que "desde este mes, funciona en cada departamento una unidad de control de demora". El objetivo de esta medida es "reducir los tiempos de espera quirúrgica, de consultas externas y pruebas diagnósticas".
El presidente valenciano, a su vez, anunció la compra de "equipos robóticos de última generación, muy eficaces en casos de cirugía general, urología y ginecología". "Ya se ha adjudicado un equipo en cada provincia. En este mismo momento se está instalando el primero en el General de Castelló. Y vamos a licitar 5 más", detalló.
Y mencionó dos medidas más. Por un lado, que "los presupuestos de 2023 aumentarán un 50% para el refuerzo de la actividad de tardes, tanto para realizar pruebas diagnósticas como para intervenciones quirúrgicas". Por otro, la colaboración con las sociedades científicas para "analizar vías de mejora por especialidades". "Hemos empezado por oftalmología y traumatología, que concentran el 50% de las listas", indicó.
Ximo Puig, pese a las dificultades descritas, aseguró que su Gobierno ha hecho "un esfuerzo inédito para mejorar la sanidad pública valenciana". "La plantilla ha crecido un 25% desde 2015: más de 13.000 profesionales nuevos. Pero hay que redoblar el esfuerzo", reconoció.
Rebaja de impuestos
En el debate Puig anunció también una rebaja de impuestos. La tildó de "progresista", pero la misma, que llega a ocho meses de las próximas elecciones autonómicas, tiene un importante componente liberal y arrebata -al menos en parte- la propuesta previa realizada por el líder del PPCV Carlos Mazón.
Se trata del primer líder socialista que deflacta el IRPF para hacer frente a la inflación en una modificación fiscal que perdona 50 millones de euros en impuestos a las rentas de entre 30.000 y 60.000 euros brutos anuales.
Tanto es así que el anuncio de Puig pilló a pie cambiado tanto al Ejecutivo de Pedro Sánchez como a sus socios de Gobierno en la Comunidad Valenciana. Compromís y Unidas Podemos recelaron de la misma -sobre todo en privado-.
Según ha podido contrastar este medio, ambas formaciones consideran que la propuesta del presidente valenciano beneficia a salarios medios y altos, y por ello aspiran a modificarla en el trámite parlamentario o en la negociación del Ejecutivo -en función de si se impulsa como ley o como decreto-.
El propio comunicado oficial de la Generalitat Valenciana da cuenta de que se trata de una rebaja de impuestos muy amplia, hasta el punto que beneficia "al 97,4 % de la población". En concreto, las tres medidas desglosadas por Ximo Puig "beneficiarán a 1.344.000 contribuyentes" con "un ahorro medio de más de 100 euros por contribuyente y un ahorro global de 149 millones a las familias".
De este montante total, "dos terceras partes benefician a las rentas inferiores a 30.000 euros", destacó Ximo Puig. Es decir: cerca de 100 millones se los ahorrarán quienes cobren menos de 30.000 euros. Pero los casi 50 restantes supondrán una rebaja de impuestos para quienes perciben entre 30.000 y 60.000 euros brutos anuales, retribuciones que distan mucho de los emolumentos más humildes.