Una enfermera, trabajando.

Una enfermera, trabajando. E.P

Observatorio de la sanidad

Las enfermeras deberán tener un año de experiencia para poder prescribir fármacos de infecciones urinarias

Si quieren conseguir la acreditación al terminar sus estudios universitarios, deberán realizar un curso de formación impartido por las CCAA. 

23 agosto, 2024 02:24

El Gobierno ya ha habilitado a las enfermeras para prescribir medicamentos contra las infecciones urinarias no complicadas a través del Boletín Oficial del Estado (BOE). Sin embargo, las profesionales que quieran o vayan a hacerlo tendrán que cumplir una serie de condiciones. 

Para empezar, tendrán que estar acreditadas para ello por una comunidad autónoma. Y quienes quieran optar a dicha acreditación tendrán que tener al menos un año de experiencia laboral.

En el caso de que quieran conseguirla nada más terminar sus estudios universitarios, "deberán realizar un curso de formación gratuito e impartido en cada comunidad autónoma", detalla a EL ESPAÑOL-Invertia José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería. 

Diferencias en la sanidad

Si las enfermeras trabajan en la sanidad pública y cumplen con los requisitos, como aclara Cobos, la acreditación se entregará automáticamente.

En cambio, si trabajan en el sector privado, son las enfermeras las que tienen que presentar a la empresa una acreditación que avale el nivel de experiencia o cualificación en la materia. 

En cualquier caso, para que las enfermeras puedan prescribir fármacos en infecciones urinarias leves, las comunidades autónomas tendrán que adaptar los protocolos y guías clínicas correspondientes a su ordenamiento para el sector público. Si no, no podrán ejercer estas competencias.  

Por su parte, las clínicas privadas tendrán que incorporar los protocolos a su política de empresa. 

"Aquí es donde entra el meollo de la cuestión porque todo depende de la comunidad autónoma. Algunas como Andalucía, Madrid, País Vasco y la más reciente, Castilla y León ya están muy avanzadas en la acreditación de sus enfermeras", matiza Rafael Largo, secretario del Sindicato de Enfermería (Satse). 

Por su parte, el Consejo General de Enfermería defiende que el 90% de estas profesionales ya están acreditadas y "que esta nueva guía servirá para descongestionar el sistema de salud y agilizar la asistencia de los pacientes", precisa José Luis Cobos. 

La prescripción enfermera de fármacos para dolencias urinarias leves cuenta con el apoyo y la colaboración de los órganos profesionales de enfermería. Y también con los de los médicos. La propia Organización Médica Colegial (OMC) ha participado en ella. 

Urólogos

Los urólogos también valoran positivamente que las enfermeras puedan tratar infecciones urinarias. "Nos permite trabajar, de manera conjunta, a diferentes niveles de la atención hospitalaria como son enfermería, urología y atención primaria", indica José Medina Polo, miembro de la Asociación Española de Urología y de la sección de infecciones de la European Association of Urology. 

Por otro lado, opina que para que las enfermeras tengan un papel en el diagnóstico, se les tienen que dar herramientas para hacerlo

Por ejemplo, "existen diferentes cuestionarios que nos permiten identificar las infecciones de orina no complicadas para que así las enfermeras puedan descartar otras que puedan ser de riesgo", matiza Medina.

En relación con el diagnóstico del tratamiento para infecciones leves, el urólogo defiende que las enfermeras están cualificadas para hacerlo

Ley del Medicamento

La prescripción enfermera es una medida que se remonta a la Ley del Medicamento de 2009, norma en la que se aborda que tanto estas profesionales como los podólogos puedan recetar fármacos en determinadas circunstancias. En 2015 se modificó la ley y se aprobó un real decreto para desarrollar la competencia. 

Hasta el momento, el Ministerio de Sanidad ya ha publicado nueve guías destinadas a la prescripción de los medicamentos por parte de las enfermeras.

Entre ellas se encuentran las referentes a la deshabituación tabáquica, anestésicos locales, fiebre, anticoagulación oral, tratamiento de heridas, hipertensión, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras y ostomías.