Corren malos tiempos para la economía española y el sector inmobiliario también sucumbe al látigo de la Covid-19. Mes tras mes los datos oficiales golpean la ya castigada espalda del mercado de la vivienda, aunque parece que las heridas ya no son tan profundas.
Con el último dato publicado referente a junio, la compraventa de viviendas en España ha caído un 24,6% en el primer semestre del año, es decir, una cifra superior a las 60.000 (61.524) casas transmitidas inscritas en los registros de la propiedad, según la estadística mensual del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En estos seis meses, solo un mes de 2020 ha tenido mejores datos que en 2019, febrero, y la diferencia apenas fue de 40 operaciones más. El resto de los periodos salen perdedores con respecto al ejercicio anterior, con especial dolo desde el decreto del estado de alarma: marzo (-9,25%), abril (-40,37%), mayo (-53,7%) y junio (-34,3%).
Al buscar el lado positivo de esta serie, se observa que curva de compraventas tocó suelo en mayo y junio ha supuesto un cambio de tendencia, aunque todavía lejos de los números de 2019 que rondaban las 45.000 firmas mensuales.
Idealista se suma a esta visión menos negativa del sector. “A pesar del batacazo que ha supuesto la pandemia para el sector inmobiliario, el número de compraventas del mes de junio se sitúa un 28% por encima del mínimo registrado por la serie del INE en abril de 2012 y confiamos en que las operaciones vayan recuperándose hasta principios de 2021”, afirman. “Comienza a vislumbrarse cierta recuperación una vez comenzada la desescalada”, destacan desde el portal inmobiliario.
La fortaleza de la obra nueva
Si hay una ganadora en las estadísticas de compraventa de vivienda esa es la obra nueva. Aunque solo representa el 19,9% de las casas transmitidas en junio por el 80,1% de usadas, la escasez actual de oferta, sobre todo en los grandes núcleos urbanos como Madrid y Barcelona hace que se resienta menos a los efectos de la Covid-19.
El Centro de Información Estadística del Colegio General del Notariado publicó el jueves sus datos de compraventa de vivienda y reafirmó la contracción de los pisos de segunda mano (-28,5%), mientras la compraventa de pisos nuevos mostró un incremento del 9,7% interanual.
El director de Residencial y Suelos de CBRE España, Samuel Población, explica que esta gran diferencia se debe a que “las escrituras públicas de obra nueva acometidas en los últimos meses provienen de contratos de compraventa materializados hace dos años aproximadamente, por el propio periodo de maduración en la ejecución de obra nueva, con lo que es lógico que se observen dichos datos en comparativo con segunda mano actualmente”.
El consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios, Carlos Smerdou, recuerda que “una vivienda nueva se da como vendida en el momento que se escritura”, con lo cual “no es la realidad” y hay que tener cierto cuidado con las estadísticas. Eso sí, afirma que “hay poca oferta y la que hay se está vendiendo bien”.
“Segunda mano, ahí está la realidad”, incide Carlos Smerdou. “Reservas una casa y en un plazo de quince días o un mes firmas la compraventa en el notario”, cuenta. “Después del confinamiento la gente se ha puesto a buscar, pero hay un periodo de reflexión y hasta que compra tarda un tiempo; es la consecuencia del confinamiento, irá arrancando poco a poco”, ahonda el directivo.
El consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios indica que “hemos visto que ha aumentado la oferta de segunda mano y en algunos casos los posibles compradores están esperando para encontrar un chollo”. Este fenómenos será más evidente “sobre todo en las zonas donde la crisis y el paro castigue más; va a haber una conjunción entre menos gente que va a poder comprar por la crisis y más gente que necesite vender”.
Una muestra más de la fortaleza de la obra nueva. Las grandes promotoras entregaron en los primeros seis meses del año el doble de viviendas si comparamos con 2019. Metrovacesa, Neinor Homes, Aedas Homes, Vía Célere y Quabit cerraron la primera mitad del año con 1.669 viviendas entregadas, por las 791 de 2019. Estas cifras representan duplicar las entregas o, si prefieren en porcentaje, aumentar un 110,1% con respecto a los datos del ejercicio anterior.
Las pequeñas inmobiliarias, en peligro
En el otro lado de la balanza están las pequeñas inmobiliarias. Al “periodo de reflexión” que han tomado los posibles compradores en espera de más caídas en los precios se une la incertidumbre por los efectos de la Covid-19 en el empleo y el endurecimiento de la financiación por parte de los bancos.
“Las pequeñas agencias inmobiliarias tienen el grueso de su facturación en la venta de segunda mano, con lo que es probable que algunas se vean en dificultades de tesorería y flujos de caja”, incide Samuel Población. “Una posible solución sería intensificar su posicionamiento en alquileres pues será la opción habitacional que se verá más impulsada en los próximos años”, apunta el directivo de la consultora CBRE.
Esta misma semana la Federación Nacional de Agencias Inmobiliarias (FAI) ha alzado la voz para solicitar al Gobierno que active con urgencia un plan de ayuda para la reactivación de la compra de vivienda y el aumento de la oferta de alquiler.
Una de estas medidas, según la FAI, debe ser la reducción del 50%, tanto en la cuota del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD) como en la cuota de IVA, para todas las compraventas de inmuebles de importe inferior a 500.000 euros hasta finales de 2020.
Como ven, los datos para lecturas negativas y positivas del mercado español de la vivienda. Al comparar con 2019 se puede caer el alma a los pies; si miramos solo junio con respecto a mayo, como diría Joan Laporta: “Al loro, que no estamos tan mal, hombre”.