Varios de los principales promotores inmobiliarios del país, junto con las empresas encargadas de la construcción industrializada, han lanzado la Plataforma para la Industrialización de Viviendas (PIV), con el fin de impulsar este tipo de fabricación en serie de inmuebles.
La industrialización de viviendas consiste en la fabricación de elementos en serie para obtener estructuras completas mediante un ensamblaje posterior en la parcela, lo que supone integrar en un único proceso el diseño, la producción, la fabricación y la gestión de los inmuebles.
Impulsada por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), ya forman parte de la plataforma empresas como Aedas Homes, Neinor Homes y Kronos Homes, así por las constructoras Arpada, ACR, Grupo Ortiz, y por empresas de componente como Bosch, Schneider o Butech.
Construcción más sostenible
La plataforma defiende que esta modalidad constructiva es más sostenible que la construcción tradicional al generar menos residuos; más segura, ya que se desarrolla en fábricas y se producen menos accidentes laborales; y más inclusiva, al atraer a colectivos que actualmente se encuentran fuera del sector de la construcción, como las mujeres y los jóvenes, principalmente.
La forma de construir se ha mantenido sin alteraciones en los últimos 50 años, lo que provoca que sea un sector "intensivo en mano de obra y sin apenas modernización de la estructura productiva", que redunda en unos tiempos largos de ejecución del producto, en torno a 18 meses, generando un mayor consumo de recursos y de residuos.
Reducción de tiempos
Por el contrario, la construcción industrializada reduce los tiempos de construcción en un 50%, aproximadamente, lo que beneficia tanto a la empresa constructora y promotora como al cliente final, ya que se acortan los plazos de entrega.
Además, la plataforma señala que aumenta la calidad de la ejecución de la vivienda y reduce su mantenimiento, al ejecutarse en un entorno controlado en comparación a las condiciones extremas que se dan en una obra de construcción tradicional, al aire libre.
En este sentido, esta tipología de construcción disminuye los accidentes laborales en un 20% y, según la plataforma, podría ser "uno de los grandes revulsivos" para reactivar la construcción y la promoción de viviendas tras la crisis ocasionada por el Covid-19.
En el caso español, la vivienda industrializada también podría ser susceptible de exportación gracias a que los costes de construcción son inferiores a los costes de los países del norte de Europa, incluyendo los gastos de transporte hasta el país de destino.
En Alemania, la industrialización de viviendas copa el 9% del total; en Suecia ya alcanza casi la totalidad de la producción; En Holanda es del 50 %; o en Reino Unido, del 7%. Sin embargo, en España todavía no alcanza del 1%.