En España hacen falta más de un millón de nuevas viviendas (1.003.064 unidades) en alquiler asequible para que sus inquilinos no superen una tasa de esfuerzo superior al 40% de sus ingresos para pagar la renta mensual, según el estudio “Vivienda Asequible en España: Estudio de situación y desglose de planes actuales de vivienda” elaborado por Gesvalt y Atlas Analytics, y presentado este miércoles.
Las provincias que tienen más necesidad de vivienda asequible son aquellas que combinan alta población y precios de alquiler elevados. Por este orden, el estudio señala Madrid, Málaga, Barcelona, Sevilla, Valencia, Cádiz y Alicante. En menor medida, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Murcia y Granada.
El acceso a la vivienda es una de las mayores preocupaciones de la sociedad española. Las Administraciones públicas, tanto estatal como regionales, han puesto el foco en ello y están lanzando programas para aumentar el parque público en alquiler.
Una de las claves reside en la dispar evolución entre los precios de la vivienda y los salarios de los españoles. El precio de compraventa ha aumentado un 12% desde 2014, mientras que el salario medio tan solo ha aumentado un 5%.
A estos fenómenos el informe suma que, tras un año de pandemia provocada por la Covid-19, los efectos económicos derivados de los ceses de actividad apuntan a una lenta recuperación de la economía española. La elevada tasa de desempleo, especialmente entre la población joven en proceso de acceder a su primera vivienda, es uno de los factores que más influenciará el mercado inmobiliario en los próximos años. En este sentido, se puede esperar que los planes y estrategias de vivienda asequible dirigidos por la Administración sean cada vez más ambiciosos.
Objetivo a largo plazo
Ahí está el Plan de Vivienda que, según anunció recientemente el ministro del ramo José Luis Ábalos, tiene como objetivo levantar 100.000 viviendas para alquiler asequible. A este se unen otros regionales como los planes Vive de Madrid y Andalucía, el Habitatge Metròpolis de Barcelona o el Plan Adha de la Comunidad Valenciana, entre otros.
Sin embargo, a este ritmo, Alejandro Bermúdez, CEO de Atlas Analytics, considera que "va a tardar bastante tiempo en reducir a cero las familias que destinen más de ese 40% de tasa de esfuerzo al alquiler". Y ese es el objetivo, que en ninguna zona de España sea necesario destinar ese porcentaje al alquiler.
"Nos iremos acercando poco a poco en el tiempo y en 2025 podemos estar si bien por debajo del 50% de ese objetivo, vamos mejorando, pero será muy difícil que un día lleguemos a ese millón de viviendas", reconoce Alejandro Bermúdez.
El estudio destaca que aunque la protección oficial ha sido la solución tradicional para facilitar el acceso asequible a la vivienda, en los últimos años el interés en su promoción ha disminuido significativamente.
Cabe recordar que el parque de vivienda pública en alquiler está a la cola en la Unión Europea. Mercedes de Miguel, directora de Operaciones y Research de GEsvalt, ha reconocido durante la presentación del informe que "estamos lejos de nuestros vecinos".
España cuenta con un parque de vivienda de social compuesto por 452.040 unidades, lo que representa el 2,5% del total de viviendas principales. Este porcentaje está seis puntos por debajo de la media de los países de la Unión Europea situada en el 9,3%, según refleja el Boletín Especial Vivienda Social elaborado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
En términos absolutos, el país que dispone de un mayor número de viviendas sociales es Francia (4.689.392), seguido de Reino Unido (4.627.402), Países Bajos (2.081.846) y Alemania (1.439.860). Sin embargo, las cifras en términos relativos nos indican que el país que dispone de un mayor parque de vivienda social en relación con su vivienda principal es Países Bajos (30%), seguido de Austria (24%), Dinamarca (20,9%), Suecia (19%) y Reino Unido (17,6%).