Oficialmente, son más de 81.000 las personas fallecidas a causa de la Covid-19 según el Ministerio de Sanidad. Otros organismos inflan todavía más esa triste estadística. Como consecuencia de ello, el número de viviendas transmitidas por herencia no para de engordar.

Si sumamos de marzo de 2020, a mayo de 2021, el número de viviendas transmitidas por herencia se ha situado en 208.702. Fue a partir de octubre cuando se vio un despegue, alcanzado en noviembre un récord que nunca antes se había visto (17.157) en una serie histórica que arranca en 2007. Ya, en 2021, se ha sobrepasado en dos ocasiones: en marzo (19.446) y en mayo (17.810).

“Las ventas por motivo de salud han aumentado en un 93,9% y por herencia un 11,9%. Esta cifra se suele mantener en el tiempo, por lo que interpretamos que este aumento es consecuencia del crecimiento de la mortandad debido a la pandemia”, afirma Albert Egea, business manager del Grupo Grocasa.

Este particular boom de las viviendas heredadas se ha traducido en una mayor oferta de vivienda tanto en venta como en alquiler. Así, el número de herederos que han puesto el cartel de ‘se vende’ o ‘se alquila’ a viviendas transmitidas ha pasado del 13,9%, en 2019, al 17,8%, en 2021. Son datos del estudio ‘Las herencias de vivienda durante la pandemia’ elaborado por Fotocasa Research.

En concreto, el 23% del total de personas que han puesto a la venta una vivienda en 2021 lo han hecho porque la han recibido en herencia. En el caso del alquiler, ese porcentaje se queda en el 9,8%.

Respecto a las causas que llevan a los herederos a decantarse por una u otra fórmula, cabe destacar que son los motivos personales (40%) los que predominan en el caso de la venta. Le siguen no tener problemas con el pago del alquiler (28,3%), y no meter en la casa inquilinos que acaben destrozándola (19,5%).

Una labor, la de la venta, que no siempre es fácil. Como zancadillas, destacan a las inmobiliarias o agencias (23,1%), la gran cantidad de oferta disponible (17,5%) y no tener tiempo para enseñarla (15,6%).

En el caso del alquiler, lo prefieren porque es una fuente de ingresos (68,8% de los encuestados), porque no desean que esté cerrada (44,2%), y por su rentabilidad (30,7%). Eso sí, la desconfianza sobre quien se va a meter sigue siendo la principal traba (así es para 39,9%). La elevada cantidad de ofertas (19,1%) y el elevado precio (17,8%), son otras piedras en el camino.

Récord histórico en 2021

Por lo que respecta al año 2021, de enero a mayo (último dato recogido por el INE), el número de viviendas heredadas se ha situado en 85.186. Fue durante el pasado mes de marzo cuando se alcanzó el récord histórico en este tipo de transacciones: 19.946.

Echando la vista atrás, y recogiendo los mismos cinco meses de 2020, entonces ese número se quedó en 51.129 transacciones relacionadas con herencias en el plano de la vivienda. Por tanto, en 2021 se ha incrementado un 66% respecto al mismo periodo del año anterior.

La causa de este tremendo salto, más allá del número de fallecidos, está en los meses de abril y mayo de 2020. Cierto que las notarías permanecieron abiertas, pero su trabajo se centró en lo que se vino a denominar como “casos urgentes”.

Yendo mes a mes, en 2021, el mes de enero registró 14.761 actuaciones de este tipo; en febrero; 16.552; en marzo, 19.446; en abril 16.617; y en mayo, 17.810. En 2020, esas cantidades fueron las siguientes: en enero, 14.389; en febrero, 14.285; en marzo, con el estado de alarma vigente desde el día 14, ya se produjo una bajada por el hecho antes reseñado: 11.790; en abril, 5.546; y en mayo, 5.119.

Madrid y Barcelona

Tanto la Comunidad de Madrid, como la provincia de Barcelona han visto cómo las viviendas transmitidas por herencia han aumentado hasta alcanzar sus propios récords. En ambos casos, su mejor marca la cosecharon en marzo de 2021: 2.415, en el caso de la región de Barcelona; y 2.552, en la Comunidad de Madrid.

En lo que va de año, la cifra alcanzada en la Ciudad Condal y el resto de territorio de la provincia, ha sido de 10.997. De marzo de 2020, a mayo de 2021, esa cantidad se dispara hasta 26.775. Por lo que respecta a la Comunidad de Madrid, de enero a mayo de 2021, la cifra es de 11.176.

Desde marzo de 2020, a mayo de 2021, ese número es de 26.050. Los peores meses, como ya ha quedado reflejado a nivel nacional, fueron los de abril y mayo de 2020, cuando las notarías vivieron esa especie de servicios mínimos impuestos por la pandemia.