La independencia financiera es un término que está generando cada vez un mayor interés -solo con una búsqueda en Google se podrán encontrar cientos de blogs y artículos sobre ella-, por lo que veamos primero qué es.
La independencia financiera busca obtener el suficiente patrimonio, el cual te permita obtener unos rendimientos, sin la necesidad de tener que trabajar ni depender del Estado. El objetivo es que uno sea dueño de su tiempo y pueda decidir en qué dedicarlo, que puede incluir trabajar o no.
Para conseguirlo, el único requisito es gastar menos de lo que uno ingresa y escapar de lo que en inglés se conoce como 'rat race' -'carrera de la rata'- o círculo del consumismo, que nos lleva a trabajar más para gastar más, en una carrera sin fin.
Para conseguir la independencia financiera no se requiere de un sueldo muy alto, ya que este normalmente lleva aparejado un nivel de vida muy alto al que es difícil renunciar. Al final, la independencia financiera depende de cuatro factores. En primer lugar, el importe que ahorremos anualmente -esto exigirá sacrificios-, renunciando a consumo presente a cambio de la recompensa de la independencia financiera. En segundo lugar, el importe anual que necesitamos obtener de nuestros ahorros para poder vivir sin trabajar -cuanto mayor sea el nivel de vida que deseemos llevar, mayor será el capital necesario para generarlo-. En tercer lugar, el tiempo durante el que estemos ahorrando y, por último, en cuarto lugar, la rentabilidad que obtengamos de nuestros ahorros.
"La independencia financiera busca obtener el suficiente patrimonio, el cual te permita obtener unos rendimientos, sin la necesidad de tener que trabajar ni depender del Estado"
En estos dos últimos puntos entra en juego la importancia del interés compuesto, ya que un par de puntos más de rentabilidad o un par de años más de ahorro pueden aumentar significativamente el capital final del que dispondremos.
Sobre dónde invertir para obtener una mayor rentabilidad, existe un amplio consenso en que la mejor alternativa es el mercado bursátil. A pesar de su volatilidad, es el que ofrece una mayor rentabilidad a largo plazo.
Donde ya no existe un criterio único es en cómo invertir este capital en el mercado bursátil. Mientras que unos prefieren empresas de crecimiento, otros las prefieren con altos dividendos. Unos prefieren invertir directamente en acciones, y otros a través de fondos de inversión indexados o ETFs.
Mi consejo sería que cualquier persona interesada en la independencia financiera dedicara tiempo a formarse, leyendo libros y blogs sobre inversión, finanzas, etc… ya que considero que tener una buena cultura financiera le va a ayudar a alcanzar sus objetivos en un menor plazo y de forma más sostenible en el tiempo.
Antes de que existiera el concepto de independencia financiera, ya lo practicaban nuestros padres, con interminables jornadas de trabajo para mejorar su calidad de vida y la de su familia. En el caso de mi padre, estuvo más de 20 años sin vacaciones y trabajando 6 días a la semana, hasta que con 55 años pudo vivir de sus ahorros, dedicando su tiempo a lo que le gustaba.
*Antonio Aspas es socio de Buy & Hold