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La Puerta de Brandeburgo, Europa Press

La tribuna

La gran paradoja europea

14 diciembre, 2023 02:37

La economía de la Unión Europea se ralentiza, Alemania está al borde de la recesión, persisten los riesgos geopolíticos y, sin embargo, los analistas elevan sus previsiones para la renta variable en 2024.

En concreto, el estratega de Citigroup espera que el índice Stoxx 600 alcance los 510 puntos a finales de 2024, gracias a la bajada de tipos del BCE y al aumento de los beneficios empresariales.

Otro factor que mencionó es la expansión de la política fiscal de China, que reactivaría la economía asiática y, en consecuencia, aumentaría la demanda de bienes y servicios europeos.

Todo suena razonable en principio, pero el diablo está en los detalles.

Empecemos por las buenas noticias: la inflación está cayendo más deprisa de lo previsto, lo que sugiere que el Banco Central podría modificar su política monetaria más pronto que tarde.

La inflación está cayendo más deprisa de lo previsto

El mes pasado, el IPC se situó en sólo el 2,4%, muy cerca del objetivo del 2% fijado por el BCE. No es de extrañar, pues, que los mercados apuesten por dos recortes en junio y otros tres en octubre.

El problema es que, como ha demostrado la historia, la última frontera en la lucha contra los precios altos es la más difícil, y no puede descartarse que algo salga mal y la inflación vuelva a subir.

Entre los riesgos más reales a este respecto está la amenaza de una tensión comercial masiva con China, que se traduciría en evidentes aumentos de costes y trastornos logísticos.

Las interrupciones de la cadena de suministro también podrían agravarse si, en represalia por la guerra de Israel contra Hamás, Irán o Hezbolá decidieran dificultar el paso por el estrecho de Ormuz. (El 40% de las exportaciones mundiales de petróleo pasan por allí). No se repetirá la crisis de 1973, pero los precios del petróleo podrían subir, al igual que el XAUUSD.

¿Y si el BCE cumple las expectativas del mercado?

La última frontera en la lucha contra los precios altos es la más difícil, y no puede descartarse que algo salga mal y la inflación vuelva a subir

Fundamentalmente, no debería cambiar mucho. El consumo de los hogares, ya en declive, no se recuperará fácilmente recortando los tipos de interés.

Se necesita tiempo para que se recupere el ahorro y cambie el comportamiento de los consumidores. Por tanto, el crecimiento de los beneficios empresariales no está asegurado.

Además, los recortes de tipos en los próximos meses no afectarían a la economía hasta finales de 2024, y muchos esperan que la economía siga pasando apuros.

Lo que podría beneficiarse rápidamente del cambio de política monetaria es el mercado de renta fija, por lo que habrá que vigilar de cerca los bonos, especialmente los de grado de inversión.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.

Javier Milei

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