La ministra Yolanda Diaz dio un ultimátum ¿fallido? a la CEOE. Si no se sentaban a aceptar lo que ella quería, lo aprobaría por decretazo. La jornada laboral máxima en España pasaría de 40 horas a la semana a 38,5 en 2024 y 37,5 en 2025, dejando para 2026 una reducción a 35 horas vía convenios colectivos.

Un farol porque para ello tiene que contar con dos grupos parlamentarios que de momento son reticentes a su postura: PNV y Junts. De manera que “menos lobos” señora vicepresidenta.

Vimos en mi anterior artículo sobre este tema como los convenios colectivos de 2023 tenían una jornada laboral media para 2024 inferior a la propuesta por el ministerio. Por eso taché de demagógica y propagandística esa propuesta. 

En Europa, según la media firmada en los convenios colectivos, se deberían trabajar más o menos 38 horas/semana (Suecia 37,1, Países Bajos 37,4, Noruega 37,5, Finlandia 38, Italia 38, … ). En la misma línea en España los convenios lo sitúan por debajo de las 37,5 horas/semana. Pero eso no es lo que se trabaja realmente. 

Eurostat (la oficina estadística europea) desmonta la posición del gobierno al calcular las horas reales trabajadas a la semana por los españoles.

En Europa, según la media firmada en los convenios colectivos, se deberían trabajar más o menos 38 horas/semana

 Según Eurostat la jornada media laboral en España en 2022 era de 36,5 horas ¿Cómo es posible si los convenios la fijan por encima? Porque hay mucho contrato a tiempo parcial que trabaja 19,7 horas semanales de media. Eso reduce el número de horas totales de todos los trabajadores. 

Según la EPA (Encuesta de Población Activa) en España hay 2,8 millones trabajadores a tiempo parcial. De ellos 2 millones mujeres (dos tercios). Además, el 47%, es decir 1,3 millones, aceptan ese contrato porque no consiguen trabajo a tiempo completo. Se puede decir, es subempleo.

En resumen, no sólo se trabaja menos de lo que quiere la ministra, sino que habría empleado/as a tiempo parcial dispuestos a trabajar más horas de las que están trabajando.

De manera que a la Sra. vicepresidenta más le valdría preocuparse de estos trabajadores, los menos cualificados.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (i) y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez (d)

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (i) y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez (d) Europa Press

¿Qué hacer para reducir el trabajo a tiempo parcial no deseado?

Ayudar a crecer al 90% de las empresas españolas pymes o microempresas. La financiación, la capacitación y la eliminación de barreras administrativas al crecimiento son parte de los problemas a resolver. Entre ellos ofrecer a los trabajadores caminos eficaces para encontrar trabajo si entran en el desempleo. Trabajo a tiempo completo si es lo que buscan.

La ministra Diaz tiene un gran reto en la reforma del SEPE. Sin caer en la tentación de convertirlo en una agencia de colocación, debe encontrar las fórmulas de asociación público/privada para hacer más eficaz y eficiente el reciclaje y recolocación de los trabajadores. También debe modificar los procesos de apoyo al desempleado de manera que se incentive la búsqueda activa de trabajo.

Hasta ahora todos los intentos de reforma del SEPE han sido baldíos. Se han utilizado las típicas soluciones ineficientes. Contratar más empleados públicos para realizar tareas en las que es más eficiente el sector privado. 

La financiación, la capacitación y la eliminación de barreras administrativas al crecimiento son parte de los problemas a resolver

Como se ve la ministra tiene importantes temas a resolver dentro de su casa. Por eso debe dejar a empleadores y sindicatos la tarea de resolver lo que les es propio. Ellos sí saben, como ocurre en Europa, dónde, cuando y cómo regular su jornada laboral para competir y retribuir lo mejor posible a los trabajadores.

Muchos países europeos siguen con una regulación oficial de 40 horas o más semanales, que luego en negociaciones colectivas regulan, según circunstancias, reduciéndolas de manera racional. 

Hay una excepción: Francia. Allí se legisló la jornada de 35 horas semanales oficialmente. Los convenios la han fijado en 35,6 horas de media (algo más). Aun así, las elecciones europeas y las legislativas en curso confirma el descontento de los trabajadores franceses

¿Por qué no lo ve la izquierda? Le preocupa que lo que llama la “extrema derecha” llegue al poder, sin analizar porque ocurre ese fenómeno y como ella mima contribuye a su desarrollo. Ya se sabe “los dioses ciegan a los que quieren perder” (refrán griego).   

 

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.