Dos trabajadoras en una oficina.

Dos trabajadoras en una oficina. Europa Press

La tribuna

Tener a tu mejor amigo en el trabajo: la mejor inversión para tu empresa

9 septiembre, 2024 02:35

Los datos son concluyentes. Según un estudio de Gallup, el 63% de las mujeres que tienen un buen amigo en el trabajo tienen más del doble de probabilidades de estar comprometidas con la empresa que aquellas que no lo tienen. Un dato que no debería pasar desapercibido a ningún directivo.

Y que echa por tierra algunas de las creencias con más arraigo en nuestra cultura (o incultura) empresarial. Aquello de “al trabajo no vengo a hacer amigos”, “no te puedes fiar de nadie del trabajo” o algunos mantras que, por repetidos, no se convierten en reales.

Tener un buen amigo en el trabajo es hoy más importante que nunca. Según el informe, el 73% de los empleados asegura que necesita una razón mejor para ir a la oficina que las expectativas o inquietudes de los jefes. Y esta puede estar en una persona con la que compartir inquietudes, problemas y alegrías. Con la que disfrutar trabajando.

Tener un buen amigo en el trabajo es hoy más importante que nunca

Esto cobra especial relevancia en los tiempos del “salario emocional”. En un contexto en el que las empresas tienen cada vez más dificultades para encontrar trabajadores cualificados y comprometidos. Donde no solo el rápido avance de la tecnología, sino la evolución de la pirámide poblacional, nos conduce a un modelo donde aquellos especialistas con la formación adecuada serán quienes decidan cómo y cuándo trabajan.

Analicemos por un momento lo que está ocurriendo hoy en la población activa. Vivimos y trabajamos en una época en la que muchos empleados esperan que su trabajo sea algo más que un sueldo. El dinero sigue siendo importante, por supuesto, pero las personas buscan empresas con culturas excepcionales en el lugar de trabajo.

Pasamos más horas despiertos en el trabajo que en casa, y es natural que queramos establecer vínculos con los miembros de nuestro equipo. Queremos que el trabajo merezca la pena, y tener confidentes y colaboradores de confianza ayuda a fomentar ese sentimiento. Acudimos a nuestros amigos del trabajo cuando necesitamos celebrar y compadecernos de nuestra vida personal y profesional.

En ausencia de esa válvula de escape, el trabajo puede parecer solitario y aislante. Carece de vínculos. Puede que nos guste lo que hacemos, puede que utilicemos nuestros talentos y puntos fuertes cada día, pero probablemente no nos sentimos con toda la energía o la motivación para poner todo nuestro ser en nuestras funciones. Otra encuesta, esta de la BBC, revelaba que el 40% de las personas de 16 a 24 años se sentían solas a menudo o muy a menudo en su lugar de trabajo.

La gran renuncia: madres trabajadoras

Los efectos de esta soledad o falta de amigos en el trabajo son mayores aún en un grupo de edad especialmente válido para el mercado laboral: las madres trabajadoras. En Estados Unidos hemos asistido a una inquietante tendencia de abandono de la población activa por parte de personas en este segmento.

Y aunque obedece a más factores como la falta de cualificación y la pérdida de empleos de clase media, una buena parte de estos abandonos son voluntarios.

Muchos empleados esperan que su trabajo sea algo más que un sueldo

Muchas mujeres con hijos en casa han decidido que un trabajo tradicional ya no tiene sentido para ellas. No es que no quieran trabajar, sino que las políticas y los sistemas corporativos hacen que el trabajo les resulte poco práctico, cuando no poco atractivo. ¿Por qué pasar más de 40 horas semanales lejos de la familia para gastar luego la mayor parte del sueldo en el cuidado de los hijos?

Las madres tienen que sopesar los pros y los contras de trabajar. Incluso a las que realmente disfrutan de su trabajo les puede resultar difícil justificar el tiempo y el sacrificio necesarios para triunfar en muchas culturas empresariales. Esto hace que recaiga en los directivos la responsabilidad de facilitar que las madres trabajadoras digan "sí" a seguir trabajando.

Muchas mujeres con hijos en casa han decidido que un trabajo tradicional ya no tiene sentido para ellas

Las empresas deben tener en cuenta la retribución, los ascensos y la gestión del rendimiento, pero también la cultura, incluida la forma en que permiten a las mujeres llevar una vida mejor. Para la mayoría de las mujeres, eso incluye tener amistades en el trabajo.

Y el informe de Gallup es relevante; dos tercios de las mujeres afirman que el aspecto social de un trabajo es de las principales razones para desarrollarlo.

Cómo hacer amigos en el trabajo

Pero hacer amigos en el trabajo, o encontrarlos, no es necesariamente sencillo. Expertos como Shasta Nelson, autora de 'The Business of Friendship', aportan cuatro vías para generar este tipo de relaciones. La primera de ellas es acercarse a gente que no conocemos haciéndole seguimiento a algo que esa persona mencionó en una reunión o en un entorno grupal.

Puedes tomar nota de lo que mencionaron para que una semana después, puedas decir: "¿Cómo te fue en la carrera de 5 km que dijiste que ibas a hacer?", o "Espero que tu hija ya no se sienta mal". Cuando haces un seguimiento, la gente se muestra sorprendida y complacida.

Hacer amigos en el trabajo, o encontrarlos, no es necesariamente sencillo

Otra vía es conocer mejor a un colega es invitarlo a hacer algo informal que solo lleve unos minutos. Desde el clásico tomar un café hasta alguna acción más innovadora, como dedicarle un cumplido a su trabajo. Según la psicóloga Gena Cox, esos pequeños gestos pueden generar impacto.

Pero ¿qué pasa cuando trabajas en remoto? Una forma de fomentar amistades es entrar temprano a las videollamadas y conversar antes de que todos se pongan manos a la obra.

La cuarta vía implica directamente a los directivos. Romper “la soledad del jefe” es fundamental si quieres sacar lo mejor de tus empleados y de ti mismo. Ron Friedman, psicólogo social y autor de The Best Place To Work, apunta pequeños trucos para romper el hielo.

Preguntar: "¿Cuál fue tu primer trabajo?" o "¿Cuál fue el peor consejo que has recibido?" crea condiciones en las que las amistades florecen de manera natural, asegura.

Muchos directivos dejan las conexiones cercanas al azar. Eso es un error. Cuando observamos los datos sobre por qué las personas se quedan en un trabajo año tras año, hay un factor más determinante que el salario o la proyección profesional: su nivel de conexión con las personas en su equipo.

*** Alicia Richart es directora general de Afiniti para España y Portugal.

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