El arzobispo de Madrid, José Cobo, durante la Misa de la Almudena, este sábado en Madrid.

El arzobispo de Madrid, José Cobo, durante la Misa de la Almudena, este sábado en Madrid. Archidiócesis de Madrid

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El recado de Cobo, arzobispo de Madrid, a los políticos por la DANA de Valencia: "Es urgente que haya sosiego y respeto"

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El arzobispo de Madrid, José Cobo, considerado de corte progresista dentro de los estándares de la propia Iglesia Católica, ha aprovechado la Misa de la Virgen de la Almudena para lanzar un mensaje a los "políticos de todos los colores". En un día frío y despejado en la capital, de 'vivas' a la virgen, de ramos de flores y hermandades religiosas, las miradas han estado puestas en Valencia y en las zonas afectadas por la DANA.

No es la primera vez que el cardenal utiliza su homilía para abordar la actualidad española. Ya lo hizo en la Misa de la Almudena del año pasado. Entonces, la tensión política la marcaba el acuerdo entre PSOE y Junts para investir de nuevo a Pedro Sánchez como presidente. Cobo no hizo alusiones directas, pero su discurso se interpretó como un mensaje teledirigido a nuestros dirigentes políticos.

Algo parecido ha ocurrido este sábado. La Misa se ha celebrado a los pies de la catedral de la Virgen de la Almudena. La ceremonia se ha desarrollado con algo de retraso. Cuando le ha llegado el turno, Cobo ha vertebrado su homilía a través de la siguiente idea: las "diferencias" entre unos y otros son valiosas; la unidad, también. Pero la "clave", según el cardenal, es que ambos conceptos convivan en "armonía". 

Con este telón de fondo, Cobo ha afirmado que la "convivencia" está "amenazada" por culpa de los "excesos de una comunicación marcada por la confrontación" y por la "tentación de polemizar con todo o de herir con lo que sea para parecer mejor que el otro"

"Esto ocurre en ámbitos religiosos y en ámbitos civiles", ha asegurado. "Parece que nos cuesta asumir que la diferencia no tiene por qué ser enemistad. También nos cuesta entender que aceptar dicha diferencia tampoco significa asumir que 'todo vale' por el hecho de que alguien lo defienda", ha argumentado a renglón seguido. 

"¿No estamos cansados de polémicas? ¿No nos hartamos de guerras y de visiones excluyentes? ¿No anhelamos algo más que tanta violencia o batallas internas?", ha manifestado. 

Siguiendo esta línea argumental, el arzobispo ha defendido que en un "mundo monolítico" es "posible" que no existieran conflictos, pero "sería una paz anodina", una "antesala" a la "falta de pensamiento crítico". "La diferencia -ha señalado segundos después- nos invita a revisar nuestras propias certidumbres". 

Después de defender también lo "valiosa" que es la unidad, ha celebrado aquellos momentos en los que la población se despoja de los "roles, de las ambiciones, urgencias y tareas" y es capaz de "aparcar por un momento miradas ideológicas que fragmentan y dividen". Es entonces, ha añadido, cuando "todos resultamos ser muchísimo más parecidos de lo que a veces intuimos".

"Lo hemos visto estos días cuando la terrible DANA ha golpeado a tantos pueblos, y la gente buena ha dejado de lado todas las diferencias para ayudar, rezar y auxiliar de cualquier modo a los afectados", ha dicho Cobo, en la primera referencia en su 'carta' a la catástrofe ocurrida en Valencia, el Levante y el Sur de España. 

"Ahora, que venimos heridos por la tragedia de tantos pueblos que viven la dureza de la DANA; ahora, que experimentamos la vulnerabilidad del ser humano ante las fuerzas de la naturaleza nos reconocemos pequeños y experimentamos que no podemos controlarlo todo… ¡Nos sabemos diversos y tenemos un ejemplo de cómo vivir unidos a lo fundamental!", ha señalado más adelante. 

En la recta final de su intervención, José Cobo ha abogado por "vivir en diversidad" y ha animado a estar junto a "quienes sufren la devastación", junto a los jóvenes que no pueden acceder a una vivienda, los que no llegan a fin de mes o los que están "solos y deprimidos". También junto a los que "vinieron de muy lejos y siguen sin tener papeles" o los que "sufren tantas guerras abiertas en cualquier parte". 

"Necesitamos unas manos marianas que nos enseñen a valorar lo precioso del respeto a la diversidad y al pluralismo, vivido como una cualidad del Dios Trinidad y no como agresión. Políticos de todos los colores y ciudadanos de todas las procedencias: necesitamos, hoy más que nunca, construir entre todos una vida pública más humana y una convivencia más amable. Precisamos con urgencia recrear una diversidad humanizada, donde prime el diálogo, el sosiego y el respeto mutuo", ha enfatizado.