Los secretos del verdadero corazón de Madrid: 900 donantes al día y un 'tesoro' de 60.000 médulas
El Centro de Transfusión de la Comunidad cumple 35 años en los que ha conseguido la autosuficiencia en sangre. Pero su edificio guarda otros servicios menos conocidos.
3 abril, 2023 02:13A escasos 500 metros del parque de animales de Madrid, Faunia, se encuentra el verdadero corazón de la Comunidad de Madrid. Y no en el sentido figurado de la palabra. Desde el año 2003 en pleno Valdebernardo se localiza el Centro de Transfusión de la región, un organismo que cumple 35 años bombeando sangre a la región.
Así lo explica Luisa Barea, directora gerente del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, que define el enorme edificio como el gran "corazón" de Madrid al que los hospitales y redes de donación (sus venas) nutren de la solidaridad de los madrileños, de su sangre.
El centro, que esta semana está bosequiando con una planta a los voluntarios, procesa y fracciona la sangre que les llega en sus tres componentes (hematíes, plaquetas y plasma) para volver a distribuirla a los hospitales en función de sus necesidades. "Un bombeo constante" que unifica a todos los pacientes y sistemas sanitarios sin distinción. Algo difícil en los tiempos que corren.
Este músculo que cumple 35 años no siempre ha sido algo tan unificado y eficiente. En su origen, cada hospital recogía su propia sangre y la procesaba con dos redes paralelas. Por un lado Cruz Roja, que servía a los centros privados y, por el otro, los hospitales de la región que recogían sus propias donaciones. "En 2013 todo se junta", se enorgullece la directora.
Pero el imponente edificio de Valdebernardo guarda muchos secretos más.
1. Donación de plasma
La donación de plasma es el servicio que más destaca Barea. Es un "oro líquido" imprescindible para obtener proteínas plasmáticas (albúmina, inmunoglobulinas, factores de coagulación) que son usadas como medicamentos.
Estos fármacos se convierten en una cuestión de vida o muerte para pacientes con problemas en el sistema inmunitario. "En España hay, aproximadamente, unas 6.000 personas que necesitan este tipo de fármacos", cifra Barea, que recuerda como desde el Centro de Transfusión de la Comunidad están lanzando diversas campañas para incrementar las donaciones.
El problema es que Madrid, y toda España, es dependiente de Estados Unidos en plasma (allí se pagan estas donaciones) y durante la pandemia de la Covid-19 bajaron las aportaciones, lo que puso a todo el país en alerta. El objetivo es ser autosufientes en plasma como, en el caso de Madrid, pasa con la sangre.
"Hasta ahora no hemos tenido problemas, pero hemos vivido ciertas amenazas que nos han enseñado que no es bueno depender de terceros. Tenemos que conseguir la autosuficiencia en plasma y en eso estamos todos unidos con las autoridades sanitarias locales y nacionales", añade.
Hay que recordar que cualquier madrileño puede donar plasma desde dos perspectivas diferentes: a través de la sangre, de forma convencional, ya que esa sangre luego se divide en sus componentes principales: glóbulos rojos, plaquetas y plasma; y con donaciones específicas de plasma.
Esas aportaciones más específicas son "algo más largas" que las de sangre y, por lo menos en este centro, se precisa de cita previa para no hacer esperar al ciudadano. "Lo idea es que alternen la donación de sangre con la de plasma".
[Cómo hacer una donación de sangre: requisitos para donar sangre]
A diferencia de las donaciones de sangre, las de plasma se pueden hacer cada quince días y se puede llegar a donar hasta 24 veces al año, frente a las tres veces de las mujeres o las cuatro de hombres en sangre.
La donación de plaquetas y de plasma se realiza mediante aféresis: un método de extracción en el que se te conecta a una máquina que extrae y separa los componentes de la sangre (glóbulos rojos, plaquetas y plasma) y devuelve los componentes no utilizados.
2. Banco de 'rarezas'
El Centro de Transfusión tiene más proyectos en sus salas como su laboratorio de inmunohematología que es referencia en la región. "Cuando los hospitales tienen algún problema con las pruebas pretransfusionales y no alcanzan con sus medios a identificar el problema se hace desde aquí", explica.
Para ello, este centro esconde uno de sus bienes más preciados: un banco de sangre criopreservada de grupos extremadamente raros. Este sistema se ocupa de la congelación de unidades de hematíes y plaquetas de grupos raros para asegurar transfusiones a cualquier tipo de paciente, así como criopreservación de donaciones dirigidas, autólogas o para stock. Algo "imprescindible" para aquellos que no tiene el grupo 'normal' sanguíneo.
3. La médula
El Centro de Transfusión es, además, el que coordina la donación de médula en toda la región. "Realizamos los estudios a los donantes e incluimos sus datos de perfil genético HLA en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea", explica la directora gerente del centro.
Este registro tiene en Madrid unos 60.000 potenciales donantes. No es el listado más numeroso de España aunque Barea se enorgullece de que Madrid sí es la Comunidad en la que hay más donantes efectivos del conjunto nacional.
¿Esto qué quiere decir? Que aunque en Cataluña haya 112.000 inscritos y en Andalucía 70.000; los 60.000 potenciales donantes de médula de la Comunidad responden más a la llamada cuando alguien les necesita.
"Aquí también somos los responsables del banco de sangre de cordón umbilical que recoge donaciones de las más de 30 maternidades que hay en Madrid. "Tenemos unos 8.000 cordones", cifra.
4. Un 'delivery' en tiempo real
En el trabajo para coordinar todo lo relacionado con la hemodonación en la Comunidad de Madrid, un papel importante lo ocupa Ana Arruga, la hematóloga responsable de Fraccionamiento, Distribución y Control de Calidad del Centro de Transfusiones.
La doctora es la encargada de gestionar los pedidos de componentes sanguíneos que pueden hacer los 67 hospitales de Madrid, entre públicos y privados. Cinco de ellos forman parte de la lista de los centros más grandes y complejos de la sanidad nacional.
Para Arruga la sangre no tiene "coste" aunque sí valor y por eso se enorgullece de que Madrid, además de ser "autosuficiente" a la hora de distribuir componentes sanguíneos, siempre dice "sí" cuando otra región le pide ayuda.
"Los hospitales nos hacen pedidos online y tienen un número de demandas establecidas y fijas a la semana además de unos stocks mínimos", explica.
[Cómo hacerse donante de médula ósea: requisitos]
Las donaciones de sangre en la Comunidad de Madrid están en torno a 245.000 al año, una cifra que permite cubrir las necesidades hospitalarias así como mantener las reservas de sangre.
Diariamente, el centro necesita 900 donaciones para poder conservar la autosuficiencia de la región, algo que suele bajar en fechas como los periodos vacacionales. Es ahí cuando se realizan llamadas a la donación.
El trabajo de Ana Arruga es una especie de encaje de bolillos puesto que no sólo hay que distribuir los componentes sanguíneos sino que hay que mantener stocks fijos tanto en el centro como en los hospitales para hacer frente a cualquier pico de demanda. "Aunque normalmente se hacen peticiones regulares".
En este sentido, toma especial importancia el tiempo de 'caducidad' de cada componente. Los hematíes tienen un periodo máximo de 2 días, el plasma se almacena congelado y se conserva hasta tres años, pero las plaquetas, además de tener que guardarse a 22 grados tienen una duración sólo de 5 a 7 días.
"Si tenemos en cuenta que el stock de los hospitales es de, al menos, cuatro días y nosotros tenemos otro aquí, es más difícil mantener los números para la distribución de plaquetas", explica.
Mejorar la donación
Todos los trabajadores del Centro de Transfusión de Madrid o los que trabajan en los puntos de extracción móviles o fijos de la región se dejan la piel para que la experiencia del donante sea la mejor posible.
Potenciando el trato humano, la luz a la hora de donar, la limpieza de los espacios, todos intentan que sea algo más agradable. Pero también hay un trabajo técnico detrás para conseguirlo.
En eso trabaja diariamente Ángel Luis Pajares, coordinador de Calidad y responsable de Investigación y Hemovigilancia del Centro. Entre sus muchísimas labores, Pajares y su equipo potencian el automatismo de la extracción, intentan reducir los tiempos y que, cada vez más, se mejore el proceso técnico de la donación.
Tras la extracción de la sangre, este preciado bien llega al gran laboratorio. A sus mandos está Diego Cobo, subdirector de Enfermería del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.
Él es el encargado de separar cada donación en sus tres oportunidades vitales: los hematíes, las plaquetas y el plasma gracias a una técnica de centrifugación.
Tras ello, cada componente sanguíneo se almacena en condiciones y temperaturas diferencias. Todo está informatizado aunque eso es relativamente "nuevo". "Es todo muy preciso, no se nos escapa nada", reseña este enfermero encargado de gestionar un amplio equipo de profesionales.
Concienciación
Durante estas semanas, el Centro de Transfusión ha organizado una semana de concienciación para dar un impulso a la donación y poder "mantener las reservas" durante la Semana Santa para cubrir las necesidades hospitalarias.
Como viene siendo habitual, durante las fiestas y las vacaciones el número de donaciones disminuye, por lo que adquiere una mayor relevancia todo lo que se pueda recoger durante la semana previa.
Una de las mentes pensantes que ha estado detrás de esta campaña es Pilar de la Peña, responsable de promoción. Junto a un pequeño museo que hay en este centro, de la Peña explica la historia de este centro que se creó en 1988 y en el que la vida ha cambiado mucho. "En los años 50 se donaba en cristal", enfatiza mientras que señala unas impotentes agujas.
La responsable de promoción no lleva tantos años formando parte del equipo, pero sí recuerda cuando todavía estaba en unas instalaciones provisionales del Hospital Niño Jesús. Desde entonces ha habido mucho proceso y, sobre todo, mucha concienciación.
De la Peña insiste en que ahora mismo no hay tanto desconocimiento sobre la importancia de donar sangre aunque su trabajo sigue siendo imprescindible. Hacen campañas generales y también proyectos de aprendizaje con colegios.
Suelen ser las presentaciones más visibles y las que mejor resultado acaban dando. A modo de ejemplo, Pilar de la Peña recuerda los programas de sensibilización que han hecho en los centros educativos cercanos al Hospital del Henares que han conseguido incrementar las donaciones considerablemente.
"Los alumnos conocen el proceso y les enseñamos conceptos básicos para que luego hagan un proyecto en su entorno. En el último caso del Hospital del Henares vimos cómo los maratones de donación pasaban de 50 donaciones diarias a 300 en dos días", recuerda.
Parece que 35 años no es nada, pero el camino que se ha recorrido ha sido impresionante. Eso sí, Pilar de la Peña advierte que no nos podemos parar porque cuando vas a un hospital parece que siempre hay "aspirinas, sábanas y sangre; las dos primeras cosas se compran, la sangre no".