Sanatorio de la Barranca desde el exterior.

Sanatorio de la Barranca desde el exterior. E.E

Madrid Comunidad SIERRA DE MADRID

Adiós al psiquiátrico maldito de Navacerrada que quiso ser un parador nacional

Debido a las condiciones climatológicas de la sierra, muchos sanatorios para tuberculosos se ubicaron en esta zona de Madrid y ahora desaparecen. 

22 abril, 2023 03:47

La Comunidad de Madrid ha decidido demoler uno de los lugares más rocambolescos de la sierra de Navacerrada: el hospital psiquiátrico del Santo Ángel, también llamado de La Barranca.

El que fuera, en su origen, un sanatorio para tuberculosos se ha rodeado siempre de misterio y polémica a partes iguales.

Para algunos es una puerta al más allá, para otros el lugar más para hacer botellón, para la Comunidad de Madrid (hace mucho tiempo) la ubicación perfecta de un parador… Pero, al final, todo se ha reducido a un edificio ruinoso de hormigón en mitad del paisaje de Navacerrada que va a ser demolido "próximamente".

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Así lo anunció hace unas semanas la consejería de Vivienda de Isabel Díaz Ayuso que ha apostado por demoler hasta los cimientos este espacio para, después, repoblar la zona en verde. Es decir, aumentar el espacio natural de la Sierra de Navacerrada.

Ahora que la región dice adiós a este espacio, lo hace también a una parte de la historia de estas instalaciones sanitarias que, durante los años 50, se decidieron ubicar en esa zona de la región.

Interior del Sanatorio de la Barranca.

Interior del Sanatorio de la Barranca. E.E

Debido a su enclave y condiciones climatológicas, se decidió que la sierra madrileña era el lugar idóneo para levantar sanatorios y hospitales específicos para enfermedades respiratorios, como este de La Barranca y muchos otros.

En los lejanos años 50, no importaba que no fueran las localizaciones más accesibles. La medicina no estaba muy avanzada y para la tuberculosis, en muchos casos, se recomendaban "curas con aire limpio". Concretamente, la construcción del hospital del Santo Ángel de la Guarda data de 1941 y fue encargado por el Patronato Nacional Antituberculosos.

Psiquiátrico

Cuando la tuberculosis se extinguió prácticamente en España, el hospital recibió una segunda vida: la de hospital psiquiátrico. Apenas duró cinco años con este uso (de 1990 a 1995), pero fue la guinda del pastel para terminar fraguando su leyenda negra.

Su aspecto, con picudos tejados y una torre elevada, sus largos pasillos y los restos de la vida que allí se vivió (como una cancha de baloncesto, juguetes o máquinas de escribir oxidadas) hacen de la Barranca el lugar idóneo para los amantes de los fenómenos extraños.

De hecho, el programa Cuarto Milenio le dedicó un especial a este sanitario porque, tras su cierre en 1995, varios testigos aseguran haber visto luces y figuras extrañas en el interior del edificio.

Una mujer que llora con su niño en brazos y pide auxilio desde la ventana, el llanto de los internos o la fuerte respiración de quiénes agonizaban por la tuberculosis son sólo algunas de las historias que se cuentan de este edificio. 

Este halo de misterio alrededor del edificio, y el hecho de que esté rodeado de más sanatorios en las mismas condiciones, hace que para muchos la Sierra de Madrid sea una puerta al más allá. Y, consiguientemente, este sanatorio una de sus puertas.

La leyenda negra ha contribuido a que muchas personas acudan allí a hacer sesiones de espiritismo que, a posteriori, han quedado plasmadas en sus paredes. Algo que todavía le aporta más escenografía al espacio.

Sanitarios auxilian a un joven que se precipitó en el sanatorio mientras que hacía botellón.

Sanitarios auxilian a un joven que se precipitó en el sanatorio mientras que hacía botellón. E.E

Buscando el más allá o, simplemente, un lugar para hacer botellón, un joven de 29 dos sufrió un grave accidente hace apenas unos años. Estaba allí con unos amigos bebiendo y se cayó por un agujero del inmueble debido a las malas condiciones del mismo.

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Antes de que la Comunidad de Madrid se haya decantado por demoler este edificio, se llegó incluso a plantear convertirlo en un parador nacional. El proyecto se ideó en el año 2000, pero nunca ha llegado a realizarse.

También se plantearon otros usos para este gran edificio de fachada blanca como una escuela de hostelería. En ese caso, hasta se hicieron estudios de viabilidad económica y, por su distancia y mala comunicación, la idea se desechó.

El impacto medioambiental que suponía su restauración ha sido alguna de las razones por las que la Consejería, ahora, ha rechazado reformarlo. Además, es un edificio de grandes dimensiones a las faldas de Navacerrada que, por impacto visual, también se ha decidido eliminar.

Según se ha adelantado, se demolerá mecánicamente, piedra a piedra, para que tenga un impacto menor a efectos medioambientales. El coste que se ha estimado es de 3,5 millones de euros.

Hasta entonces, el lugar sigue cerrado al público y las autoridades piden que se dejen de hacer intromisiones aunque son conscientes de que, con su demolición, muchos curiosos se acercarán a darle un último adiós. 

El sanatorio desde el aire.

El sanatorio desde el aire. E.E