'El Castillo del Cid' o de Jadraque en la provincia de Guadalajara.

'El Castillo del Cid' o de Jadraque en la provincia de Guadalajara. Turismo Castilla-La Mancha

Ocio

El pueblo a una hora de Madrid con una increíble fortaleza del Renacimiento que conquistó el Cid

'El Castillo del Cid', localizado en el municipio de Jadraque, se levanta sobre el que Ortega y Gasset denominó el "cerro más perfecto del mundo".

6 julio, 2024 02:06

En el municipio de Jadraque, a tan solo una hora de Madrid, se localiza una de las joyas del Renacimiento que tiene España: el castillo del Cid. Apostado sobre el río Henares y con vistas a la gran llanura alcarreña, se encuentra esta joya del siglo XV que se asienta sobre el que Ortega y Gasset denominó el "cerro más perfecto del mundo".

Denominado popularmente como 'El Castillo del Cid'. Aunque realmente se llama Castillo de Jadraque y no presenta ninguna conexión histórica directa con el famoso caballero. De hecho, el mismo, tal y como está actualmente, data del siglo XV, mucho después de la existencia del Cid Campeador, el líder militar castellano de finales del siglo XI que por sus hazañas se ha acabado convirtiendo en leyenda.

Esta fortaleza de casi 100 metros de longitud se erige a una altura de más de 950 metros sobre la cima del cerro de San Cristóbal. El cerro "más perfecto de España" según dijo el mismísimo Ortega y Gasset.

Origen: Edad de Bronce

La historia de este castillo se remonta a la Edad de Bronce, tal y como se explica en la web de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha. Gracias a las excavaciones arqueológicas se ha podido observar que ya se usaba en esa época el enclave como punto estratégico militar.

En la época de invasión musulmana en la península, a finales del siglo VIII, también la arqueología ha demostrado la existencia de una pequeña fortaleza de origen islámico. Es en este momento cuando entra en escena Rodrigo Díaz de Vivar -el Cid Campeador- que pasó a conquistarlo en el año 1085 durante su destierro.

Detalle de una parte del Castillo de Jadraque.

Detalle de una parte del Castillo de Jadraque. Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha

Tras la ocupación, tanto Jadraque como su fortaleza fueron cedidas al rey Alfonso VI pasando a formar parte del Común y Villa de Atienza. Siglos después, a principios del XV, el pueblo cae bajo el dominio de la familia Gómez Carrillo, tras el matrimonio entre uno de sus hombres y una mujer de la familia del rey Juan II.

Pero su aspecto actual no viene dado hasta finales de este siglo, cuando adquiere la propiedad Pedro González de Mendoza, el Gran Cardenal Mendoza, tras un trueque realizado en 1469 con Alfonso Carrillo de Acuña. De esta manera pasa adueñarse del lugar la Casa Mendoza que ordena la reforma que deja al castillo como se puede ver a día de hoy.

Vista panorámica del pueblo de Jadraque en Guadalajara.

Vista panorámica del pueblo de Jadraque en Guadalajara. Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha

Su arquitectura como castillo-palacio residencial recibe influencias del renacimiento italiano. Su sistema constructivo es el mismo para todo el conjunto: dos caras, una interior y otra exterior, con sillares escuadrados, con un relleno de mampostería de diferente tamaño, cal y barro.

La fortaleza era un símbolo de la grandeza de los Mendoza -y su supuesta descendencia del Cid Campeador, como dicen algunos-. Esto es así hasta finales del siglo XIX, cuando el Duque del Infantado lo saca a subasta pública. De esta manera lo ganó el Ayuntamiento de Jadraque por 305 pesetas, siendo en la actualidad propiedad municipal.

Un lugar para visitar

La construcción se compone de varios elementos. Por fuera, los altos muros, reforzados por torres de planta semicircular y rectangular; la barbacana perimetral, compuesta por lienzos y cubos, y la puerta principal de acceso, flanqueada por dos torres.

En el interior, tres partes diferenciadas: el patio de armas, el patio principal y el pórtico que antecede a la parte noble del palacio. Por último, el palacio o estancias palaciegas, formado por dos plantas principales y un sótano y al que se accede a través del pórtico.

Está declarado desde 1985 como Bien de Interés Cultural. Normalmente, se encuentra abierto al público y ofrece visitas guiadas, aunque desde hace unos meses permanece cerrado debido a un derrumbe parcial de uno de los muros.