Fachada de Pury.

Fachada de Pury. Pury

Ocio

Pury, la nueva taberna coreana de la que todo el mundo habla: un menú de 19 euros en sólo nueve mesas

El coreano Jinwon Yoon, un conocido de la restauración madrileña por el éxito de su restaurante Quini en Atocha, regresa al Mercado de los Mostenses.

1 octubre, 2024 01:52

Pury es la nueva taberna coreana de la que todo el mundo habla en Madrid. Recién abierta en la zona más asiática del centro de la ciudad, los alrededores de la Plaza de España, "es el primero y único especialista de jokbal (codillo al estilo coreano), bossam y kimchi en toda España". Así lo describe su propietario, Jinwon Yoon, un conocido de la restauración madrileña.

En un pequeño local exterior del Mercado de los Mostenses se encuentra desde julio este nuevo restaurante que ofrece un viaje gastronómico por las raíces coreanas en Madrid. "우리는 이름을 뿌리라고 부르기로 했어요, 순수 근본 한식을 요리하고 알리고 싶은 마음이 있었거든요 (nuestro nombre es Pury, este significa 'raíz' en coreano)", anunciaron como carta de presentación.

Por lo tanto, Pury es autenticidad coreana: en todos sus anuncios, tanto en coreano como en castellano; en su clientela, la mayoría son oriundos de Corea del Sur; y en su comida, por una sencilla y breve carta de platos que recrea fielmente los platos del país asiático.

Su propietario, Jin, ya cogió fama con su restaurante Quini, cerca de Atocha, por su deliciosa cocina casera. "Soy de Corea del Sur, me vine a España a los 15 años con mis padres y tuve que independizarme a los 18 años por las circunstancias familiares. Entonces tuve que cocinar para comer y ahí aprendí poco a poco a cocinar. Pero nunca pensé que iba a dedicarme a la hostelería", explica preguntado por Madrid Total.

A los 30 años creó una empresa de apartamentos turísticos, llegando a gestionar incluso un edificio entero, hasta que llegó la pandemia. En ese momento tuvo que replantearse su carrera profesional y decidió apostar por lo único que no había dejado la gente de hacer en la época de Covid-19: comer.

"Me pareció un negocio sostenible aunque volviera la pandemia. Entonces fui a mi país y me metí en una cocina industrial durante un año para aprender a cocinar técnicamente y para aprender cómo funciona. Después volví a Madrid y monté Quini, en Arganzuela", detalla Jin.

El restaurante no podía ir mejor; pero, después de medio año de preparación y otro medio regentándolo, Jim asegura haber acabado "destrozado mentalmente y físicamente", causándole el negocio problemas familiares. Por ello, decidió traspasar Quini.

Tras un año 'sabático', ha decidido volver con más fuerza que nunca con la sonada apertura de Pury. Con sólo nueve mesas y una decoración minimalista, este pequeño local promete una experiencia cuidada al detalle. La autenticidad de sus sabores de Corea del Sur ha provocado que desde su apertura no encuentres una de sus mesas vacías, por eso se recomienda reservar.

La carta, concisa, pero contundente, está formada por platos tradicionales coreanos poco conocidos en Europa. Entre las estrellas del menú destaca el jokbal, el codillo salteado con salsa picante que lleva más de dos horas de elaboración a fuego lento en una mezcla de soja, regaliz y canela; el bossam, el wrap de panceta cocido en una mezcla de jengibre y soja; y el kimchi casero, la famosa col picante coreana fermentada, en diferentes platos picantes como la tortilla con calamares, el arroz frito con bacon, granapadano y huevo frito, o la sopa muy picante con bacon.

Cuenta con varios menús de especialidad para compartir entre dos y tres personas (unos 40 euros), y entre cuatro y cinco (unos 60 euros). El único menú individual (19 euros) es el Jok+Bo que incluye jokbal con bossam kimchi rabano, kimchi col, cebolla y guindilla encurtida, ensalada de repollo, lechugas frescas y ajo, sopa de brotes de soja y dos salsas (soja mezclada y el krill). Jin es el encargado de presentar amablemente los platos a los comensales y atender las nueve mesas de su restaurante.

Sin duda, Pury pasa a convertirse en el nuevo lugar que ha causado sensación, sobre todo entre los coreanos, en el que degustar la auténtica cocina de Corea del Sur en la capital.