Sala Cool, la discoteca clausurada por una sanción de cierre desde hace poco más de un año.

Sala Cool, la discoteca clausurada por una sanción de cierre desde hace poco más de un año. Sala Cool

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Las discotecas de Madrid piden revisar los criterios de aforo por ser "la única ciudad que sigue una normativa del año 97"

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La clausura "injusta" por sobreaforo de la discoteca Sala Cool, junto a Callao, con un informe de Bomberos contradiciendo la orden de cierre del Ayuntamiento de Madrid, ha agravado el malestar entre los clubs de ocio nocturno de la capital.

Así lo consideran las discotecas que llevan en pie de guerra años pidiendo revisar los anticuados mecanismos de cálculo de los aforos, que hacen de Madrid "la única ciudad que no sigue una normativa de seguridad vigente, sino una del año 97, en la que los locales de hostelería y ocio tienen sus aforos ajustados por la gentrificación". 

Un tema burocrático que ha explotado en los últimos días cuando un informe del cuerpo municipal de Bomberos ha decretado que el aforo de la Sala Cool (calle de Isabel la Católica, 6) es de 1.238 personas, en vez de 520, según había valorado la Agencia de Actividades municipal.

Desde la asociación de empresarios Noche Madrid trasladan su comprensión y solidaridad ante esta injusticia. "No es un problema que le ocurra sólo a este local. Sorprendentemente, ocurre en la ciudad que tiene los locales de ocio nocturno más seguros de Europa. Los Bomberos son los expertos en términos de seguridad, que las discrepancias en los aforos sea de más de un 100% es muy frecuente", apunta el portavoz de esta asociación.

La céntrica discoteca lleva clausurada por una sanción de cierre más de un año por excederse del aforo. Reabrió el 1 de noviembre y el pasado día 13 el Ayuntamiento de Madrid la volvió a clausurar.

"Madrid tiene un problema con los aforos. El Plan de Ordenación Urbana de Madrid 97 (PGOUM 97) decidió dividir por actividades los aforos de los locales. Los de ocio nocturno no pueden superar las 99 personas para evitar la gentrificación en la almendra central. Los aforos no están tomados por normas de seguridad. Teniendo en cuenta los tamaños de las discotecas, lógicamente los aforos son de risa", informa el portavoz judicial de la Sala Cool. 

Fuentes del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid informan que en el caso de la Sala Cool, el aforo no sólo viene regulado en el PGOUM 97, sino que "también está la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) del Centro, que impide el incremento de los aforos". Esta razó, el ruido, es la que dan para que decretaran un aforo de 520 personas.

Uno de muchos

Este caso, según indican los empresarios del ocio nocturno, es simplemente un ejemplo de muchos. Las discotecas de Madrid llevan años pidiendo revisar y actualizar el cálculo de los aforos en el próximo PGOUM.

Según el sector, esto causa mala imagen para ellos y es la "fórmula constante" desde Alcalá 20. A su vez, provoca que cada dos por tres se produzcan desalojos en salas que están solicitando la aplicación del aforo. Como fue el reciente caso de la Sala Cocó.

"Estamos en mesas de trabajo sobre los procedimientos de inspección porque cada mes hay noticias de que la Policía desaloja un establecimiento por superar el aforo, y no es así", defienden desde Noche Madrid.

"El nivel de inversión es muy potente para estar con normativas pasadas. Las multas son gravísimas y no se pone en peligro la vida de las personas. Es por una cuestión burocrática que marca el aforo, no calculan con los criterios de seguridad, como queda claro con el informe de Bomberos de la Sala Cool", sostienen.

Mientras consiguen modificar la normativa vigente, a los propietarios de la Sala Cool, regentada por Antonio Aguilar, le toca esperar a que "el Tribunal Superior de Justicia de Madrid falle a su favor", confían.

El problema es que "para cuando les den la razón dentro de unos años, ya se habrán arruinado, porque el precinto es de 2 años y varios meses", lamenta su portavoz judicial.

Desde Noche Madrid llevan años colaborando con la Policía Nacional en campañas de inspección y en conversaciones con el Ayuntamiento, buscando una solución que pase por actualizar el mecanismo de cálculo de los aforos de sus locales de restauración para dejar de perjudicar la imagen del sector.