Daniela Camino frente a la fachada de su tienda, Peque Story

Daniela Camino frente a la fachada de su tienda, Peque Story S.A Madrid

Ocio

Esta es la calle del centro de Madrid que hace los deseos realidad: "Hemos recogido más de 15.000 en dos años"

Sofía Antuña
Publicada

A la calle de la Escalinata, cercana al metro de Ópera, ya no se la conoce así. Ahora todos la llaman "la calle de los deseos". La culpable es Daniela Camino y su pequeño local con una fachada decorada de una forma poco habitual: de ella cuelgan papeles con los deseos de los transeúntes.

"Veíamos a la gente escribir en sus móviles y pensamos lo bonito que sería que hicieran lo mismo en papel, como se hacía antes", explica Camino a este periódico al ser preguntada por el origen de su idea. "Aunque sea, que dejen el teléfono durante un minuto", comenta entre risas.

Todo lo que te rodea al poner un pie en el interior de Peque Story, nombre de esta pintoresca tienda, inspira magia. El negocio está basado, en palabras de su dueña, "en la manifestación y los procesos espirituales". Sus productos se enmarcan en una ambientación de cuento que poco tiene que envidiar a su llamativo exterior, lleno de postales que se salen ya de los límites del edificio.

Durante los dos años que lleva en marcha este proyecto se han recolectado unos 15.000 deseos. "No tiramos ninguno", asegura la creadora de la iniciativa. Al principio, todos se colocaban en el árbol que se encuentra en la puerta, pero, debido al éxito de la propuesta, fueron invadiendo poco a poco toda la fachada.

Es obligatorio tocar la campana después de colocar tu deseo en la pared para que este se cumpla. "Salud para mami"; "Que me toque la lotería" o "Ser el rey Baltasar", son algunos de los mensajes que se pueden leer en el exterior del número 7 de la calle de la Escalinata.

Aprovechando las visitas al alumbrado navideño, la afluencia es máxima cualquier día de la semana, con colas que pueden llegar a los negocios cercanos. Incluso durante las noches, cuando el local está cerrado, la gente se las ingenia para dejar su mensaje en soportes de lo más originales como recibos de tiendas o servilletas de papel. Es una parada obligatoria también para muchos turistas, que aseguran no poder abandonar la capital sin escribir una postal: "No vaya a ser que no se cumpla".

Los perfiles que se ven apoyados en las estrechas repisas destinadas a la escritura son muy diversos: desde grupos de amigos a familias, incluyendo algún visitante solitario que se concentra en reflejar a la perfección lo que quiere para el 2025. Algunos curiosos se acercan simplemente a merodear y leer los deseos que otros han dejado ahí.

Fachada de Peque Story

Fachada de Peque Story S.A

Unos pasos más arriba, en el punto que conecta la plaza de Isabel II con esta vía, ya se desvela lo que se encuentra bajando la calle. Un pequeño mural con unas cuantas postales sirve de aperitivo para el aluvión que espera más adelante.

"Nuestro deseo es publicar un libro, mucha gente nos lo pide", comenta Camino. Aunque pone los pies en la tierra y reconoce que es muy complicado: "Queremos hacer algo que tenga un alcance grande". No hay una fecha definida para que salga a la luz, aunque sí esperan que no se alargue más allá del 2025. 

Libros de vida

"Nacimos hace tres años con la idea de escribir libros de vida, como biografías, pero con más alma", explica Camino. Los interesados se ponen en contacto con su equipo y se procede a una entrevista personal "que dura lo que tenga que durar". 

Daniela es la encargada de plasmar estas historias en el papel. Explica, con emoción, cómo hace un tiempo una madre acudió a ella para dejar un recuerdo a sus dos mellizas de 7 años. La mujer estaba en un punto muy avanzado de su enfermedad y no le quedaba mucho tiempo para compartir con su familia. "Quería que sus niñas supiesen cómo había sido su mamá en la infancia y contarles algunos consejos para el futuro", narra con lágrimas asomando de sus ojos. 

Uno de los mensajes de la fachada

Uno de los mensajes de la fachada S.A

Ellos mismos se encargan de la maquetación y la encuadernación. "Lo cosemos con hilo, como se hacía antes", apunta la escritora con una gran sonrisa en la cara. Al fondo del local pueden verse todos los utensilios necesarios para dar tangibilidad a estas historias y que queden inmortalizadas para siempre.

"Las palabras de tu vida no se las puede llevar el viento", reza el mural que se encuentra en una de las paredes del local. Capta a la perfección el deseo particular de su fundadora: "Que estos libros permanezcan en las familias durante muchas generaciones".

Al principio este proyecto estaba destinado exclusivamente a los niños, pero, poco a poco, fue expandiéndose también a los adultos. Estos relatos pueden narrar un momento concreto e importante de la vida de sus protagonistas, como una boda o incluso un trasplante.

Además, Peque Story ofrece talleres de escritura para guiar a las personas que quieran escribir su historia. El espacio permite también la celebración de pequeños eventos "muy personalizados" como meriendas, despedidas o cumpleaños. Sin abandonar en ningún momento el espíritu mágico que tanto lo caracteriza.

Sus servicios se rematan con una pequeña tienda, en la que se pueden comprar distintos artículos. Todos están relacionados con la manifestación y el mundo espiritual.

"Lo que hacemos es algo muy valioso, porque la vida lo es", comenta Daniela Camino al final de la conversación. Sin duda está consiguiendo su principal objetivo: "Recuperar el papel y dejar un poco de lado la tecnología", todo ello en un entorno repleto de magia, emoción y muchos más deseos por cumplir.

*Sofía Antuña, autora del reportaje, es alumna de la segunda promoción 2024-2025 del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL/UCJC.