Detienen en Toledo a Kevin y su amigo por el asesinato de Borja Villacís: se fugaron tras el tiroteo

La Policía Nacional ha detenido a Kevin Pastor y al otro autor del crimen de Borja Villacís en Yuncos, Toledo, tal y como confirman fuentes policiales a EL ESPAÑOL. Se trata de los dos presuntos asesinos del hermano de la ex vicealcaldesa, que le mataron este martes en el kilómetro 6 de la M-612. El dispositivo para efectuar las detenciones ha sido conjunto entre Policía Nacional y Guardia Civil. 

Tal y como informan fuentes próximas a la investigación, los agentes sospechaban que los presuntos asesinos estaban en esa zona o en Talavera de la Reina. Finalmente, les encontraron en la localidad de Yuncos. 

Durante toda la mañana de este miércoles los vecinos de esta localidad de unos 11.000 vecinos, situada a unos 60 kilómetros de Toledo en dirección Madrid, han visto agentes de la Guardia Civil y de la Policía, así como un helicóptero sobrevolando la población y han escuchado disparos, ha señalado a EFE Víctor Manuel Alonso, vecino de Yuncos.

Tal y como indican fuentes de la investigación, Guardia Civil y Policía Nacional sabían que los dos presuntos asesinos se iban a refugiar en una casa ubicada cerca de una urbanización de esta localidad de Toledo y activaron una 'Operación Jaula'.

Finalmente, uno de los supuestos autores del crimen ha sido detenido en un pinar situado junto al cementerio, y otro en una vivienda que los vecinos creían que no estaba habitada porque siempre tenía las persianas bajadas, situada en la calle Azorín, muy cerca de un supermercado.

A estas detenciones se ha sumado la de un hombre por supuestamente dar alojamiento a los autores del crimen interceptados en Toledo. Está acusado de encubrimiento por haber dado refugio a los presuntos autores del crimen de Villacís este martes si bien se descarta su participación en el tiroteo, por lo que horas más tarde ha quedado en libertad, apuntan las mismas fuentes.

La otra implicada en los hechos es María José, madre de Kevin, que fue detenida el martes hacia las 13:30 horas en una gasolinera en la zona de Plaza Elíptica, hacia la que había escapado a toda velocidad tras el crimen. Al ser arrestada, no dejaba de repetir que había sido víctima de un secuestro. Los agentes comprobaron sus antecedentes y no le dieron ninguna credibilidad. 

El asesinato de Borja Villacís se produjo este martes en el kilómetro 6 de la M-612. Al parecer, Villacís había alquilado un vehículo Citröen C3 blanco junto a su amigo, Luis, un hombre de 43 años y nacionalidad española que resultó herido grave, para encontrarse con viejos conocidos, pertenecientes a miembros de esta familia de Bargas, Toledo, para discutir diferencias.

Los supuestos autores de los disparos llegaron a la cita en un BMW X2 de color gris plateado, que también había sido alquilado horas antes en la estación de Atocha. También acudió al lugar un tercer coche azul, cuyo papel en el crimen y sus ocupantes están siendo aún analizados por la Policía.

A la izquierda, Kevin, presunto implicado en el crimen de Borja Villacís; a la derecha, la madre del sospechoso, detenida por su vinculación con los hechos. Cedida

Pero al inicio de la carretera de Fuencarral al Pardo el Citroën y el BMW chocaron intencionadamente, como reflejan los abollones de ambos vehículos. De ellos se apearon sus ocupantes. Ante la sorpresa de Borja, del BMW, conducido por la mujer, salieron las otras dos personas con un subfusil de asalto y una escopeta de caza e iniciaron un tiroteo contra la víctima, que quedó en la cuneta prácticamente muerto.

Cuando se produjo el crimen de Villacís, hasta el lugar se desplazaron el Grupo V de Homicidios, que se ocupa de la investigación, y también efectivos de la Policía Científica, que cortaron cualquier acceso a la M-612.

Restos de sangre de Borja Villacís en la M-612. Jesús Soler

Tras cometer el asesinato, los autores del mismo se dieron a la fuga, y en ese momento se activó un ingente dispositivo policial que inició una persecución por distintos puntos de la ciudad para atrapar al trío de asesinos.  

Un herido de bala

Fue un testigo de este crimen el primero en llamar a las autoridades. Dijo que dos coches habían chocado en un punto de la ciudad y que se habían escuchado disparos. También desde un cuartel militar próximo avisaron a las autoridades de lo ocurrido.

Según fuentes consultadas en la investigación, una mujer llamó avisando poco después, advirtiendo de una persona herida de bala en el brazo y en la cara y que se había producido un accidente.

Del mismo modo, la matrícula original del coche de los presuntos asesinos apareció tirada en suelo, muy cerca del punto en que se produjo el tiroteo, ya que la cambiaron antes de marcharse.

Las numerosas cámaras del lugar de los hechos serán fundamentales para que los agentes del Grupo V de Homicidios puedan resolver el crimen, ya que permitirán reconstruir los minutos previos al asesinato, así como la huida y la posterior detención de los dos asesinos fugados.