Este lunes la sala de estar de enfermería de la UCI del Hospital Regional de Málaga aparecía con una disposición de mesas diferente: la tradicional mesa corrida había desaparecido. De ahora en adelante las mesas están separadas y son de uso individual. ¿El motivo? Un brote de coronavirus entre los enfermeros que ha llevado al aislamiento a diez de ellos que han dado positivo.
El colectivo de enfermería del Regional está en pie de guerra porque se sienten señalados: "Cuando se contagian los médicos se les defiende a capa y espada; si nos contagiamos nosotros, es porque estábamos merendando en la sala de estar. No tiene sentido", arguyen los profesionales. Su queja viene motivada porque, según fuentes profesionales, "desde algunos ámbitos se ha querido transmitir la imagen de que no cumplimos las medidas en nuestro tiempo de descanso y eso es falso".
Todos los contagiados son miembros del mismo turno rotatorio del módulo Covid del hospital y compartieron jornada el pasado fin de semana. Desde el hospital se ha confirmado que: “Hasta el momento se ha podido determinar que el origen sea hospitalario”, algo que los enfermeros han tomado como un ataque directo a su trabajo.
"El contagio es claramente hospitalario", afirman los enfermeros, quienes entienden que el Regional no les ha defendido convenientemente y han exigido disculpas a la dirección, a quien achacan haber informado de "versiones prematuras" fuera del hospital.
Quejas de profesionales
Desde el hospital se ha expresado que: "Los profesionales de esta unidad trabajan con los equipos de protección adecuados frente a la Covid19, convenientemente homologados y certificados, como no podía ser de otra manera". Ese extremo es puesto en duda por el colectivo de enfermería que mantiene que, más allá de los equipos de protección, “los profesionales han transmitido las deficiencias estructurales y de material” sin haber recibido respuesta.
En un comunicado emitido por el colectivo de enfermería de la UCI se achaca a la dirección del centro la falta de comunicación: “Nos hemos enterado por los compañeros a través de WhatsApp” y no directamente desde el hospital. Además, denuncian la falta de tests regulares al personal “para detectar posibles asintomáticos”.
Los enfermeros se quejan, además, del poco espacio que tienen para cambiarse de ropa en los vestuarios: "Sólo tenemos cinco metros cuadrados y no tenemos taquillas". Esta situación aumenta la posibilidad de transmisión, pese a que los profesionales afirman seguir los protocolos de seguridad y retirarse los EPIs en los lugares habilitados.
En cualquier caso, también dicen estar "hacinados" y carecer de espacio para separar las mochilas o la ropa de uno y otro turno. Miembros del equipo de enfermería afirman que la situación que se está viviendo en estos días en el hospital "es de locos y no tiene pinta de que vaya a mejorar a corto plazo".