En los últimos meses los nombramientos de nuevos cargos por parte del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha levantado no sólo a la oposición sino también a su socio de gobierno, Ciudadanos. Desde Alcaldía insisten en que es tan sencillo como que la Ley de Grandes Ciudades ampara estas decisiones.

En este sentido, Cs ha cambiado de parecer en los últimos años: mientras en 2015 Juan Marín sugería a Susana Díaz que "cuanto mejor asesorada, mejores decisiones", en 2018 daba un paso atrás y hablaba de la necesidad de reducir los presupuestos en asesores. Estos argumentos no sólo cambian en Cs, en este caso también en el PSOE: mientras en Málaga critican el aumento de nombramientos de De la Torre, en la ciudad más importante que gobiernan hacen uso de asesores dentro de los números que le permite la ley,

En Andalucía son dos las ciudades de más de 500.000 habitantes, Sevilla (690.000) y Málaga (570.000). En ese caso, según el artículo 104 bis de la Ley 7/85, "podrán incluir en sus plantillas puestos de trabajo de personal eventual por un número que no podrá exceder al 0,7 por ciento del número total de puestos de trabajo de la plantilla de las respectivas Entidades Locales, considerando, a estos efectos, los entes que tengan la consideración de Administración pública en el marco del Sistema Europeo de Cuentas".

Así, la plantilla del Ayuntamiento de Sevilla es de más de 8.000 empleados; en el caso de Málaga, la cifra de empleados contando, igual que en el caso anterior, las empresas públicas y organismos es de unos 5.800. Actualmente, el consistorio hispalense cuenta con 176 contratos de personal eventual; Málaga tiene actualmente 69, a los que la oposición ha sumado 11 directores de distrito, que son funcionarios de carrera, y cargos a cuenta de los grupos popular y de Cs. 

En comparativa, en la Plaza de San Francisco, sede del consistorio en Sevilla, hay 176 eventuales repartidos entre: 67 cargos de confianza, 6 coordinadores generales, 36 directores generales, 38 directivos eventuales y 29 contratos asociados a los grupos políticos, donde hay directores técnicos, asesores y administrativos. En Málaga la distribución es la siguiente: 26 cargos de confianza, 2 coordinadores generales, 15 directores generales (de los que 14 provienen de la función pública), 26 asesores de área. En el caso de Málaga, los grupos políticos contratan a los asesores que requieran siempre a cargo de la dotación del propio grupo, no del resto del presupuesto municipal.

En el caso de Sevilla, hay 36 directores generales, cuyas retribuciones varían entre los 55.000 y los 72.000 euros anuales. Entre estas aparecen también las de los distritos. En el caso de Málaga, las direcciones de distrito recaen en funcionarios. De los 15 directores generales, además, 14 de ellos son funcionarios. Como ejemplos, el director de Deportes, Juan Ruiz López, funcionario desde 1997, o el de Educación, Fernando Leguina, que es empleado público desde 2009.

En el caso de los contratos de directivos eventuales, Málaga cuenta con 26 asesores de Área, mientras que el Ayuntamiento sevillano tiene 38, de los cuales hay 26 directores técnicos y asesores y 12 asesores y coordinadores de distritos.

Otros cargos en los que hay importantes diferencias es en el de las coordinaciones generales, donde el organismo presidido por Juan Espadas triplica con 6 los dos de la administración de Paco de la Torre. En cuanto a salarios, estos contratos suponen para Sevilla 400.000 euros anuales; a Málaga casi 170.000. Es decir, los cargos malagueños están mejor pagados y superan, en los dos casos, las retribuciones de sus homólogos hispalenses. 

Una de las grandes diferencias entre la capital andaluza y Málaga es que en Sevilla los grupos municipales cuentan con 29 cargos eventuales a su servicio: 9 para el PP (con ocho concejales), 8 el PSOE (con trece concejales), 5 Adelante Andalucía (con cuatro concejales), 4 Cs (con 4 concejales) y 3 Vox (con dos concejales). Los grupos municipales en Málaga deben tomar parte del presupuesto asignado para pagar a sus trabajadores.