La Audiencia de Málaga ha condenado a 13 años y nueve meses de prisión a una mujer por intentar matar a su marido, al que se considera probado que agredió primero golpeándole con un maletín y luego con un objeto cortante. Además, retrasó la llamada a la ambulancia y dijo que se había querido suicidar.
Así, se le condena por los delitos de malos tratos en el ámbito familiar y de asesinato en grado de tentativa. Además de la pena de cárcel, se le impone la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 500 metros y comunicar con él durante 16 años y a pagarle como indemnización más de 31.000 euros.
Los hechos sucedieron el 26 de noviembre de 2019. La mujer estaba en el dormitorio del domicilio familiar en Rincón de la Victoria (Málaga) cuando, según la sentencia, comenzó a discutir con la víctima al haber reñido antes al hijo de ella, finalizando la pelea cuando la acusada supuestamente "golpeó por la espalda con un maletín" al hombre.
A consecuencia de esto, señala la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, el hombre se golpeó contra la mesita de noche y se quedó aturdido en el suelo. Se levantó y se fue a descansar a otra habitación, donde la mujer fue al rato "con la intención de acabar con su vida".
La acusada entró varias veces en la habitación y una de las veces, cuando se despertó, "de manera inmediata y sin posibilidad alguna de reaccionar le seccionó con un instrumento cortante la muñeca", por lo que el hombre comenzó a sangrar y a pedir una ambulancia, considera probado la Sala.
Según la sentencia, la mujer le realizó un vendaje y llamó al 062 pero colgó en dos ocasiones "haciendo tiempo para que el hombre se desangrara". Cuando finalmente llamó a la ambulancia, manifestó a la operadora "que su marido estaba pasando una depresión grande y se estaba medicando, que se había cortado la mano y sangraba mucho, y que estaba estable y tranquilo, lo cual no era cierto".
El hombre fue atendido primero en la casa y luego trasladado al hospital, ingresando en la UCI. Las lesiones sufridas le provocaron una parada cardiorespiratoria en el camino, lo que puso en peligro su vida. Fue dado de alta en diciembre y ha precisado tratamiento psicológico por estrés postraumático.
La mujer negó en el juicio su participación en los hechos, pero el Tribunal no ha creído su versión de inocencia, considerando que "sus explicaciones rayan en el absurdo e incurre en contradicciones", según pone de manifiesto en la resolución, que no es firme y se puede recurrir.
Además, se señala que "el conjunto de pruebas practicadas conforman un acerbo probatorio contundente y claramente revelador de que no estamos, en absoluto, ante un caso de intento de suicidio, sino de asesinato, que debido a unas determinadas circunstancias que escaparon a su control, no pudo consumar".