Dani Pérez presentaba su candidatura oficialmente en Cártama el pasado martes. Lo hacía en un auditorio repleto y con una actividad en redes sociales que hace presagiar que va a arrasar. Parece que todo el PSOE apoya a Pérez y eso que hay otra candidatura, la de José Antonio Gómez, alcalde de Ojén. Ambos se jugarán ser secretario general de los socialistas en Málaga, aunque aún queda un mes para el congreso provincial, que se celebrará el 12 de diciembre.
Queda un mes en el que se harán muchos movimientos. Durante las próximas semanas se irá conociendo el papel que cada uno de los representantes de las diferentes familias políticas del PSOE provincial ocuparán en la dirección socialista. Todo esto dando casi por sentado que será Pérez quien dirija a los socialistas una vez pase el congreso.
Pero las negociaciones van a ser duras en el afán del portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de la capital por unir al partido. Quiere coser las costuras de un PSOE que viene demostrando tiempo que hay demasiadas diferencias internas. En junio, en las primarias, Espadas se impuso por un 55% a Susana Díaz; en Málaga fue Díaz la que ganó -por la mínima-. Hay mucho que trabajar...
Pérez quiere que en su candidatura "todos los socialistas malagueños se sientan representados en ella". Y así parece que será, aunque no por propia voluntad, sino por la intensa negociación que se está llevando a cabo.
El ya asumido papel de Pepe Bernal, exalcalde de Marbella y susanista hasta los últimos días, como secretario de organización es sólo una muestra de lo que se encontrará Pérez en su intención de unir al partido. Paco Conejo, un viejo conocido y parlamentario andaluz, también está moviéndose para apoyar a Pérez, lo que indica que tratará de no perder mucha influencia en el ámbito de gobierno interno.
En general, el socialismo en Málaga se enfrenta a una etapa en la que las costuras estarán más tensas que nunca, pero llegados al congreso, Pérez tendrá que presentar una dirección lo suficientemente cohesionada para que en las elecciones autonómicas (en 2022) y las municipales (2023) su partido pueda concurrir mirando más a las urnas que a las cuitas internas.
"No se fían entre ellos"
Por otro lado, fuentes socialistas confirman a EL ESPAÑOL de Málaga que el de Dani Pérez es un liderazgo "artificial" para un partido que "necesita un ciclo electoral bueno o todo irá a peor". Según estas fuentes, partiendo de la nueva ejecutiva de Espadas y hasta la candidatura de Pérez, "todo está pensado para que el partido vuelva a gobernar en Andalucía, si eso no ocurre habrá problemas".
Y es que hay socialistas que creen que el PSOE malagueño "no es que esté desunido; es que está roto. Entre sus socios no se quieren", en referencia a la lucha intestina entre susanistas y espadistas "hasta hace un cuarto de hora". Ahora, cuando desde Ferraz han ido pidiendo unidad, en torno al portavoz de la oposición en la capital se han unido todas las familias.
"No se fían entre ellos", afirman las fuentes consultadas. "Nadie explica las caras de tristeza que se están viendo en los apoyos que se publican a Dani incluso a sabiendas de que van a ganar", concluyen.