Málaga es una ciudad con gran historia. El centro está en constante evolución y en el entorno de la zona histórica se pueden encontrar edificios nuevos entremezclados con construcciones de siglos pasados. Algunos de esos enclaves, quizá la mayoría, son de uso religioso.
Muy cerca de calle Carretería, en la zona más cercana a las antiguas murallas de la ciudad, hay un detalle en el que alguna vez han podido reparar los paseantes. Otros, quizá lo hayan descubierto ahora... o lo vayan a descubrir.
¿Ha visto alguna vez a un perro con una antorcha en la boca? Pues bien, si no lo ha visto, el historiador del arte José Manuel Leiva Aldea lo ha convertido en su último #Hilomalagueño, una serie de publicaciones de divulgación artística.
El enclave, la iglesia de la Aurora y Divina Providencia, actualmente un templo que pertenece a la Diócesis de Málaga, pero hasta 2006 era parte de un complejo mayor: el convento de las RR.MM. Dominicas. Hasta allí viaja Leiva para presentar la historia.
"En el chaflán entre la portada principal y la zona de clausura, vemos un relieve en piedra con la imagen de un perro sosteniendo una antorcha... ¿Qué hace ahí?", se pregunta el historiador.
La respuesta sería sencilla en otra época, aquella en la que los símbolos que identificaban a los santos eran casi universales. Sin embargo, hoy esta iconografía religiosa se ha ido perdiendo en el imaginario colectivo.
"Para conocer esta historia tenemos que retrotraernos a la biografía de santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la Orden de Predicadores. Según la leyenda, durante el embarazo, su madre tuvo una visión en la que un perro salía de su vientre con una antorcha en la boca", indica el historiador en su hilo.
En el interior de la iglesia hay dos perros más, uno en la capilla lateral en la que está la imagen de Santo Domingo. Otra en la zona del altar mayor, en un tondo en el que, como explica Leiva, "vemos a Santo Domingo con Alano de Rupe (1428-1475), dominico al cual se le atribuye la difusión del rezo del santo Rosario y la exaltación de Santo Domingo como baluarte del mismo, entregado por la Virgen".
Divulgación artística
Respecto a la motivación, Leiva se dedica desde 2018 a divulgar a través de Twitter el conocimiento sobre la Historia del Arte: "Todo comenzó cuando estaba en Florencia, en contacto con todo el arte, y empecé a publicar algunos tuits sueltos para poner estos detalles en conocimiento de la gente".
Los hilos no existen desde el inicio, "de primeras eran publicaciones sueltas, pero luego fui aumentando el volumen de los tuits" con la función de "poner en valor un patrimonio que tenemos muy cerca y a veces no reparamos en ellos".
Su labor como divulgador del patrimonio de Málaga le lleva a hacer "accesible todas estas historias al gran público sin dar excesivos datos históricos o conceptos y terminología complicada". Así, considera que se siente "responsable, es una tarea que creo que debo hacer por la formación en Historia del Arte".