Entre los muchos temas que uno puede esperar que salgan a debate en una sesión de investidura, la música cofrade quizá sea uno de los menos papables. Sin embargo, esa escena fue la que se pudo apreciar ayer en el Parlamento andaluz durante la primera jornada para elegir a la persona al frente de san Telmo.
El candidato a la presidencia de la Junta, Juanma Moreno, anunció que el gobierno salido del pleno promoverá la inclusión de las composiciones semanasanteras dentro de la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), así como la defensa de todos los empleos que forman parte de los gremios del sector.
Las reacciones no se han hecho esperar desde distintos puntos de la comunidad. Entre ellos, Málaga; uno de los referentes cofrades a nivel regional. En este sentido, el director de la banda de Cornetas y Tambores de la Esperanza, Alfonso López Cortés, subraya que se trata de una medida que “tendría que haber llegado antes, aunque nunca es tarde”.
Defiende que estas composiciones forman parte de una tradición indisoluble con el propio sentir de las procesiones, aun cuando ofrece reflejos evidentes en latitudes similares como son los casos de Italia o Sudamérica. Por ello, insiste en que el ejemplo andaluz es uno de los “más ricos del mundo”: “Tenemos un repertorio muy extenso que traspasa fronteras”.
Haciendo gala de su conocimiento en la materia, explica que las bandas de Semana Santa son un género en sí mismo: “Las agrupaciones musicales y las cornetas y tambores son formaciones creadas para este espectáculo, así que es significativo sacarlas de contexto”. Se refiere, en concreto, a las recreaciones de obras históricas de la cultura pop (Queen o The Beatles) que en los últimos años se han adaptado a estos estilos.
Pero más allá de eso, insiste en la riqueza que se ha conseguido en estas últimas décadas: “Las bandas de música vienen establecidas desde mediados del siglo XIX, cuando se define la plantilla que hoy conocemos, influenciando la composición”. Las cornetas y las agrupas, por su parte, se van especializando en las últimas décadas con autores dedicados a estas formaciones.
Firmas de músicos autodidactas y profesionales que se expanden por todo el territorio, ofreciendo una panorámica mucho más extensa que huye del sota, caballo y rey: “La diversidad es uno de los mayores hitos”, señala.
¿Cuál ha sido el cambio más significativo en este tiempo? Alfonso López abunda en los tronos que “acompasan” marchas; es decir, que acompañan con ciertos movimientos la cadencia de la música: “Llega a ser una catarsis emocional dentro de la procesión. ayuda a fomentar la fe y los sentimientos en los momentos íntimos. Los sonidos son un potenciador de emociones que, aunque a veces sean demasiado protagonistas, estimulan esas vivencias”.
Fran Criado es otro de los grandes nombres jóvenes de la composición andaluza. En su haber cuenta con partituras como Flor del Calvario, Maryam o la mítica Puerta del Cielo. En conversación con EL ESPAÑOL de Málaga resalta que la iniciativa le parece “una buena noticia”.
Abunda en que, propuestas de este tipo, van a servir para “poner en valor” el trabajo de los creadores dedicados a una “tradición fundamental andaluza”: “Hay mucha gente que vive profesionalmente de ello, especializándose en la composición o en el trabajo diario de la dirección”.
Pese a que esta propuesta no proyecta un futuro definido, sí argumenta que le da más categoría a la música procesional, que a veces queda reducida a un arte menor: “Más allá de los que pueda suponer en cuanto a la protección o a una posible ayuda económica”, apostilla.