Se podría pensar que el sombrero es algo que solo se usa en determinados momentos o con determinadas prendas, pero no es así. La cultura del sombrero sigue presente, sobre todo en Málaga, donde hay una media de 300 días de sol al año. Además, la gente joven es la que está recuperando este uso junto con las gorras.
En la sombrerería Casa Pedro Mira, llevan desde 1880 ofreciendo un trato personalizado y productos especiales como chisteras, sombreros de calañés o de Panamá. Un servicio que, según cuenta María Jesús Navas, esposa del dueño, les lleva a mantenerse como hace más de 100 años.
EL ESPAÑOL de Málaga acerca la historia y recorrido de esta sombrerería, situada en Calle Especerías.
Cultura del sombrero
La cultura del sombrero ha ido variando a lo largo de los años, pasando por diferentes épocas en las cuales se ha renegado de su uso hasta la actualidad, donde empieza a volver a usarse. La sombrerería Casa Pedro Mira cuenta cómo "empezó otra vez a resurgir hará como unos 6-7 años". Los responsables de ello está siendo la gente joven, según indica Navas: "La gente joven está utilizando el sombrero, sobre todo aquí en Málaga, que en verano ya es por precaución facultativa, nos tenemos que cubrir del sol". Otro elemento que se está utilizando es la gorra, sobre todo, según señala, en invierno.
Una clientela fiel ha sido la clave para llevar bien todos los acontecimientos relacionados con la pandemia, el cierre, la falta de turistas... "En el momento que abrimos estaban aquí, nos faltaba lo que era el turismo de fuera pero poquito a poco fueron viniendo turistas; que vinieron hace tres años y vuelven a la tienda. Es decir, tenemos una clientela de muchos años que vienen aquí", subraya Navas.
Una cosa muy personal
En cuanto se pregunta por digitalización, la respuesta es clara: "No quiero (...) La prenda de cabeza es una cosa muy personal, a cada persona nos va un tipo de sombrero, no todos tenemos la misma cabeza, entonces, tú me puedes pedir un sombrero y yo te lo mando, pero ese sombrero no te va a quedar bien, porque no todos tenemos la cabeza redonda, hay personas un poco más estrechas…"
Navas explica que es necesario adaptar el sombrero "según la cara y la forma que tenga cada uno, nos va un tipo de sombrero". Por este motivo, unido a la falta de infraestructura para llevar y traer sombreros ("es una cosa muy delicada, se estropea", califica Navas): prefieren el trato personal con el cliente y ofrecer el producto.
Comercio tradicional
Sombrerería y especialistas en sombrero. Así es como se catalogan Casa Pedro Mira: "Somos los únicos que quedamos en Málaga. Nos buscan como comercio tradicional, es el más antiguo que seguimos abiertos".
"Sombreros vende mucha gente, pero que vengas a buscar una chistera y la tengamos, que vengas a buscar un calañés, un sombrero de Panamá...", plantea. ¿Su punto fuerte? "Le adaptamos el sombrero según su cabeza, porque a lo mejor es media talla; una talla, nosotros sabemos más o menos… Ya llega un cliente y le miramos la cabeza y le decimos: Usted tiene tal talla, tiene la cabecita así", explica María Jesús Navas.
"No te digo dentro de cuatro años porque no sé lo que va a pasar", afirma. De momento siguen apostando por el trato personal con el cliente y por el producto de calidad.