Cada vez son más los municipios de Málaga que buscan rentabilizar el atractivo turístico que tienen los hallazgos arqueológicos largo tiempo ignorados. Málaga, Rincón de la Victoria, Manilva, Fuengirola… Son algunas de las localidades que en los últimos meses han activado proyectos de puesta en valor de yacimientos de especial relevancia histórica con un doble objetivo: hacerlos visitables al común de los mortales y restañar, en lo posible, la profunda herida con el pasado.
Uno de los últimos ejemplos en esta renovada apuesta por lo antiguo está protagonizado por el Ayuntamiento de Fuengirola, que ha puesto en marcha un plan para acercar a quien lo desee las conocidas Termas de Torreblanca.
La previsión, conforme a las condiciones que del procedimiento de contratación activado hace algunas semanas, es que la inversión alcance los 245.000 euros, siendo el plazo de actuación de 90 días. Actualmente, el Consistorio está analizando las ofertas presentadas.
El paso dado tiene el objetivo de acondicionar el interior de la parcela donde fueron encontradas las termas, de manera que sea posible el acceso a la misma de visitas turísticas. El proyecto incluye la delimitación de un recorrido mediante la creación de una zona pavimentada, una pasarela ligeramente elevada sobre el terreno para aumentar la visibilidad sobre los restos, instalación de una cabina de aseos prefabricada, iluminación y señalética.
De forma paralela, según se especifica, se realizará un estudio arqueológico para dar continuidad a los estudios ya realizados con anterioridad y avanzar en el conocimiento de este Bien de Interés Cultural (BIC), así como una propuesta de conservación de los restos existentes.
¿Pero qué es lo que Fuengirola quiere poner en valor? El solar acoge restos de una antigua villa marítima donde se aprecian con claridad diversas dependencias de las termas, del siglo II d. C. No obstante, existen indicios que remiten a una ocupación anterior, ya en el siglo I d. C.
Al tiempo, se identifican las sucesivas modificaciones, transformándose en una fábrica de salazón y posterior necrópolis. La villa estaba relacionada con la explotación de los recursos marinos, dedicándose principalmente a la producción de salazones y complementándose con la elaboración de tinte púrpura.
La factoría fue abandonada a fines del siglo IV d. C. Ya en el siglo V, el lugar pasó a ser una necrópolis, que se extendió por lo menos hasta un siglo después, hecho que permite conocer un período importante de nuestra historia, que todavía no ha podido ser estudiado en profundidad en la zona del litoral andaluz.
Se pueden apreciar los arranques de los muros de las diferentes construcciones, así como las piscinas y elementos de conducción del agua. En el extremo sudoeste de la parcela se observan los restos de lo que pudo ser un acueducto para el transporte del agua hacia las termas.
La apuesta decidida de Málaga
La experiencia de Fuengirola sigue la línea de lo ya ocurrido en otros puntos de la geografía malagueña. El caso de mayor peso es el de la capital de la Costa del Sol, donde son varios los escenarios de intervención, con el Metro y el Museo Thyssen como protagonistas:
- Conocer Malaqa en el túnel del Metro: Tras quedar desierto el primer concurso de intervención activado, la Junta de Andalucía puso en marcha otro proceso que ha recibido una sola oferta. A la espera de la resolución definitiva, es clara la apuesta del Gobierno andaluz por hacer visitables los importantes y numerosos restos arqueológicos encontrados durante la construcción del Metro, en el tramo de la Avenida de Andalucía.
El objetivo de la operación es adecuar el espacio habilitado en el interior del paso soterrado del suburbano, donde ya hay situadas piezas que abarcan desde los siglos XI al XIV. La elección de la ubicación de esta sala tiene mucho que ver con la localización en 2020 de dos trozos de las murallas del arrabal de Attabanim, correspondiente a la época musulmana.
Junto a estos dos segmentos, la zona alberga las otras piezas seleccionadas y declaradas musealizables por Cultura. Es el caso de un horno musulmán del siglo XI; una vivienda unifamiliar nazarí y una calle completa de la época nazarí de los siglos XI y XII; una calle completa de la época cristiana moderna de los siglos XVI-XVII, y finalmente los elementos de la curtiduría para tratar el cuero de los siglos XVIII-XIX con tinajas y piletas.
Una de las particularidades de la iniciativa es que la sala será bautizada con la denominación de Enclave Arqueológico de Malaqa, con el objeto de resaltar la presencia de la ciudad islámica con su muralla nazarí conservada in situ y un extenso arrabal con una intensa secuencia de ocupación.
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Villa romana bajo el Museo Thyssen: Tal y como le ocurrió a la Junta, el Ayuntamiento de Málaga también se ha topado con la negativa de las empresas a acometer el proyecto de puesta en valor de los restos arqueológicos encontrados en el sótano del Museo Thyssen por el precio inicialmente previsto. Pese a ello, la Gerencia de Urbanismo maneja la opción de retomar el asunto.
Ello debe permitir avanzar en la puesta en valor de los restos de una antigua villa romana, piletas de salazones de pescado y, sobre todo, de un ninfeo (una fuente) decorado de peces (varios atunes, un voraz, entre otros) y paneles pintados.
La adecuación arquitectónica del sótano del Museo Carmen Thyssen comprende la adaptación y la mejora de las instalaciones existentes de iluminación, climatización y protección contra incendios, la ejecución de una pasarela que permita recorrer los restos, el refuerzo de la estructura existente cuando sea necesario, así como el revestimiento y la pintura de los paramentos horizontales y verticales del sótano arqueológico.
Villa romana del siglo II en Rincón de la Victoria
El Ayuntamiento rinconero está completando los trabajos necesarios para que en poco tiempo cualquier persona interesada pueda visitar los restos de una antigua villa romana del siglo II encontrada hace ahora dos décadas en una parcela urbana del núcleo de Torre de Benagalbón.
El paso adelante tiene la particularidad de apoyarse en las últimas innovaciones tecnológicas para hacer más real el recorrido por las entradas de esta antigua construcción, considerada como una de las de mayor valor de cuantas se mantienen en el litoral andaluz.
¿Cómo logrará este objetivo? Por medio de una proyección de aspecto holográfico del señor y una recreación tridimensional de la villa. El personaje en cuestión se encargará de dar respuesta a preguntas como: ¿Cómo era la vida en una villa marítima del siglo II como ésta?, ¿Cómo se encontraba distribuida? ¿Quiénes la habitaron? ¿Qué tipo de explotaciones agrícolas se llevaban a cabo en ella?, etc.
"De este modo, conoceremos cómo era la habitación en la que se encuentra el mosaico de Satyr y Antiopa, la habitación nº 11 con el espacio absidal, y así como la recreación ideal del atrium", se indica en el proyecto de musealización realizado por la empresa Impecable.
Dispondrá de seis áreas expositivas:
- Arqueología: El visitante se sumergirá en el hallazgo y las campañas de excavación que se han desarrollado en la villa. "Una línea del tiempo audiovisual mostrará a los visitantes toda la secuencia de investigaciones, excavaciones y hallazgos que el yacimiento ha experimentado a lo largo de los años", se indica. Es de resaltar que durante los trabajos fueron hallados materiales representativos de la actividad doméstica que poseía la villa en su origen. "Han sido halladas sigillatas, cerámicas de cocina o común, y un Hermes báquico que representa al Dios Baco realizado en mármol blanco de textura muy fina y de gran calidad", se expone.
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El Yacimiento: La contemplación de la villa se llevará a cabo desde la pasarela que lo delimita perimetralmente. Desde ella, podremos contemplar cada una de las estancias y su interpretación a través de los distintos soportes de comunicación gráfica y realidad aumentada vinculados a cada uno de ellas.
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La Morada de Antíopa: En este ámbito expositivo, el visitante conocerá los aspectos más interesantes relacionados con la villa. El señor de la casa nos dará la bienvenida a través de una proyección de aspecto holográfico y una recreación tridimensional de la villa en la que conoceremos el aspecto original y los usos de cada estancia. Dará respuesta a preguntas como: ¿Cómo era la vida en una villa marítima del siglo II como ésta?, ¿Cómo se encontraba distribuida? ¿Quiénes la habitaban? ¿Qué tipo de explotaciones agrícolas se llevaban a cabo en ella?, etc.
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Los Elementos Decorativos: En este segundo ámbito los visitantes comprenderán que esta villa hubo de ser muy rica y lujosa, como así se desprende de la decoración mural a base de estucos y de los fabulosos adornos musivarios como el que representa a Antíopa y Satyr. A través de un recurso audiovisual, los visitantes conocerán las técnicas de elaboración de estos grandes mosaicos y el trabajo ornamental que se llevaba a cabo en los muros de la villa.
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La Producción Agropecuaria: Este espacio interpretativo se dedicará a la interpretación de los aspectos industriales y productivos de la villa, dedicando especial atención a la elaboración del famoso garum que se producía en la costa sur de la Península.
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Las Termas: La última de las áreas se destinará a explicar la relación existente entre la villa y las termas localizadas en la Loma, sus usos y el funcionamiento de este espacio de esparcimiento y salud.
Villa romana en Manilva
El Ayuntamiento de Manilva es otro de los que a principios de año dio el paso de licitar los trabajos para poner en valor los restos de una villa romana localizada junto al Castillo de la Duquesa. El fin era aprovechar el valor añadido que supone acercar el patrimonio desenterrado a sus vecinos y visitantes.
La intervención incluye la instalación de pasarelas de madera, así como paneles informativos y una iluminación especial. Acciones con las que mejorar el conocimiento y la contemplación de un yacimiento datado entre los siglos I y V d. C.
El trabajo arqueológico permitió distinguir cinco fases constructivas en la evolución del yacimiento, en el que destacan una parte rústica y otra urbana. La primera, era la dedicada a la labor industrial, que se articulaba alrededor de tres patios que acogían un conjunto de piletas y almacenes. La segunda, era el área residencial, a la que añadir las termas y la necrópolis que se hallan en distintas parcelas cercanas.
Aunque la construcción de todo este conjunto de la villa responde a un único impulso edilicio, ha sido posible estudiar algunas refacciones puntuales. La mayor y más importante de ellas tuvo como consecuencia que ciertos sectores de uso residencial se transformaron en nuevas áreas de producción.
La cronología de esta reforma parece establecerse en torno al siglo IV d. C. La desaparición y ruina de este asentamiento romano tiene que ver con la fenomenal crisis que asoló el Mediterráneo Occidental a partir de comienzos del siglo V d. C.
La villa daba cabida a varios edificios. De ellos destaca el reservado como residencia, que conserva excavadas hasta 21 estancias distribuidas al menos en tres crujías bien diferenciadas. A este hay que sumar otro que forma parte del área industrial, con 14 espacios diferentes y un tercero que debió tener también una función de almacenamiento. De este último se conservan dos piletas con un grueso muro separándolas.
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