Se consiguió el milagro que parecía imposible para la historia de Ablaye, el senegalés que estaba ingresado en el Hospital Costa del Sol de Málaga al que le dieron apenas unos días de vida por el estado que se encuentra en la enfermedad rara que padece: la hipertensión arterial pulmonar. El hombre había pedido solo una cosa antes de morir y este lunes al fin se ha hecho realidad. Su hijo ya está junto a él para pasar sus últimos momentos juntos.
"Quiero tocar a mi hijo mayor antes de morir", les decía Ablaye a los doctores hace unas semanas. Estos se pusieron mano a la obra para traerlo, pero jamás se esperarían la odisea que iba a ser. Cheikh, así se llama su hijo, necesitaba un visado para venir a España a cuidar de su padre. Dicho visado tenían que dárselo en el Consulado de España en Dakar (Senegal), pero el hombre no encontraba la forma de conseguir una cita. Llegó a ir al Consulado en persona, a 80 kilómetros de casa, quedándose a dormir en la puerta por conseguir la cita. Tenía toda la documentación en regla, solo hacía falta que la administración le hiciera caso.
Y aunque pareciera un milagro, lo consiguió. El camino fue duro, pero ya solo quedaba coger un vuelo a España cuanto antes. Este lunes, el delegado de Salud en Málaga publicaba la imagen que confirmaba la buena noticia. Pese a no tener energía por la desnutrición, Ablaye se ha mantenido con vida gracias a la esperanza de que su hijo cruzara la puerta de su habitación en cualquier momento.