Edouard Fernando Pinto da Costa es un narcotraficante condenado a varios años de cárcel por la corte de Marsella, pero también tiene sentido del humor. En sus múltiples identidades falsas con las que se manejaba para permanecer alejado de una Orden Internacional de Detención y Entrega estaba incluida la de Paco Arnaud Van Damme, como reveló Nacho Sánchez en El País. No es el primer narco que utiliza una identidad tan llamativa, ni será el último.
A Pinto da Costa se le buscaba desde hace años; pero fue recientemente cuando, en septiembre de 2021, a la policía portuguesa se les escapó en su cara. Lo detuvieron en la ciudad de Faro (Algarve) con la identidad falsa de Fernando Domingues; pero, mientras agentes de la policía judicial portuguesa confirmaban su verdadera identidad, este escurridizo narcotraficante escapó tranquilamente por la puerta trasera de las instalaciones policiales.
Todo eso mientras se le buscaba por pertenecer a una de las redes de blanqueo del importante narcotraficante brasileño Sergio Roberto de Carvalho, un tipo que estando investigado por un alijo millonario de cocaína que involucraba a clanes de narcotraficantes gallegos y fingió su muerte por coronavirus en Marbella con su identidad falsa.
Pinto da Costa fue detenido por la Guardia Civil en diciembre por agentes del equipo de huidos de la UCO. La captura se realizó tras llevar bastante tiempo de seguimientos a personas con las que tenía relación: una de ellas era su pareja sentimental, que casualmente se desplazaba habitualmente a Marbella. Y en una de esas visitas a la Costa del Sol decidieron ir de compras a un supermercado marbellí, porque aunque estés fugitivo el apetito no desaparece. Edouard Fernando Pinto da Costa fue esposado mientras observaba el callejón de los productos BIO, y está a la espera de ser extraditado.
El autóctono
Y de un narco internacional pasamos a uno autóctono. Como se comentó en este artículo, la Navidad es muy importante para la criminalidad organizada y no lo iba a ser menos para la española. En Nochevieja se detuvo a un objetivo prioritario para el OCON SUR, el centro operativo de la Guardia Civil contra el narcotráfico en Andalucía, gracias a unos agentes del Grupo de Acción Rápida que junto a otros compañeros detectaron a El Lanas en un chalet de la provincia de Sevilla.
El Lanas llevaba 4 años de fuga, y eso quiere decir mucho de él y de su clan. Se le investiga por liderar una de las principales organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico del sur de España, y su campo de operatividad abarca sobre todo el río Guadalquivir. En 2018 y 2019 esquivó dos operaciones judiciales que acabaron con 10 toneladas de hachís aprehendidas, 10 narcolanchas y armamento de guerra que incluía fusiles de asalto AK-47. El Clan de los Lanas es el más importante de Sevilla junto a los Ginés, y por ello ha estado aliado con los capos de la droga del Campo de Gibraltar, entre ellos, con El Messi del hachís.
Para detener a El Lanas, se le realizaron seguimientos a su familia tras obtener la Guardia Civil la información de que pretendía reunirse en una fecha señalada para recibir el 2023. Así que la familia de El Lanas decidió congregarse en un chalet de Umbrete (Sevilla), allí estando de vigilancia varios agentes detectaron que el Lanas salía y entraba del inmueble junto a su hijo. Los guardias civiles lo identificaron a pesar de que el narcotraficante vestía con capucha, y se hizo llamar al GAR por la peligrosidad del fugitivo.
Fue detenido cuando restaban pocas horas para las campanadas mientras lanzaba petardos en la calle junto a su crío, e iba armado y con una identidad falsa. Que un narco español vaya armado no es tan habitual, quizás temía un secuestro, un robo de una partida de droga por parte de organizaciones rivales o porque quería enfrentarse a tiros en una eventual detención. Por suerte, no le dio tiempo para disparar a nadie y pasó a disposición judicial esta semana. Ha ingresado en prisión por orden del Juzgado nº8 de Sevilla.
Los ladrones de 'narcos'
Otra operación importante que se activó esta semana fue Sirena 21, íntegramente realizada en la Costa del Sol. Se desarticuló un grupo criminal dedicado al robo de partidas de droga a otras bandas rivales. Este tipo de clanes son los considerados más peligrosos, porque en sus acciones es habitual el uso de la violencia para conseguir su objetivo. El líder de esta banda es un narco albanés que —como explicamos aquí— siempre hay que tenerlos muy en cuenta.
Los pisos francos de esta organización estaban en Estepona y Mijas, que usaban en ocasiones de guarderías para salvaguardar la droga robada en sus acciones. Para llevar acabo estos vuelcos, se disfrazaban de agentes policiales con el fin de despistar a los narcos que transportaban droga haciéndoles creer que estaban ante un control policial rutinario. Iban siempre con armamento de guerra; en concreto, con subfusiles y fusiles de asalto.
Al otro lado del charco
Pero sin duda el narco a nivel internacional más importante detenido esta semana ha sido Ovidio Guzmán Loera, hijo del capo del Cartel de Sinaloa El Chapo Guzmán. Su detención provocó cortes de acceso a Culiacán (Sinaloa, México) y una respuesta del Cartel de Sinaloa propia de una mafia que controla íntegramente su territorio. Sicarios incluso dispararon a aviones de la fuerza aérea mexicana que aterrizaron con refuerzos en el aeropuerto de Culiacán. En otra ocasión explicaremos en qué puede influir esta detención de alto nivel en la Costa del Sol.