Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) han sido un área desconocida durante mucho tiempo. Sin embargo, los avances en la ciencia han permitido indagar más en profundidad acerca de qué son y por qué se generan. Es por ello que el Rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, y el Concejal Delegado de Derechos Sociales e Igualdad en Vélez-Málaga, Víctor González, han decidido apoyar el proyecto de cátedra sobre este tipo de trastorno, cuyo director es Francisco Guerrero López.
"Con esta cátedra se abre un espacio de conocimiento para todo el mundo, que facilitará el día a día de las personas que lo sufren y de las que no", asegura González, quien recalca la necesidad de que exista una forma de apoyo hacia este colectivo: "Queremos trasladarlo a la atención sociosanitaria".
Asimismo, González hace referencia a la importancia que tiene poder dar apoyo a iniciativas dentro de la universidad, como la creación de becas o premios a los Trabajos de Fin de Máster o los Trabajos de Fin de Grado de los alumnos que sean más distinguidos: "Buscamos la sensibilización a la ciudadanía, la comprensión de esta hacia las personas que padecen este tipo de trastorno".
El Rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, explica que el objetivo de la cátedra es dar "un servicio público que apoye el desarrollo social". Es una cátedra que tiene la ventaja de aplicar directamente todo aquello que se vaya descubriendo y, además, al recibir el apoyo del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, el campo de estudio es más extenso. El rector, asimismo, afirma: "A mi no me importa si la cátedra es pionera o no, lo que me importa es que se den soluciones sociales".
El director de este proyecto, Francisco Guerrero, confirma que los datos epidemiológicos sobre el autismo han aumentado de forma exponencial: "La acumulación de las partículas PM, junto con los productos que se esparcen por las grandes extensiones agrícolas, son los que provocan que cada vez haya más personas con este trastorno". Guerrero, además, afirma que la evolución del número de personas que tienen algún TEA ha llegado a tal punto que puede considerarse "una pandemia".