Las posibilidades eran más que probables y estaban sobre la mesa. El trabajo realizado durante estos años, sumado a las labores diplomáticas para conseguir apoyos entre los delegados y el respaldo institucional del Gobierno, Junta y Diputación hacían presagiar un final que finalmente no se ha producido. La derrota de Málaga en la carrera por ser la sede de la Expo Internacional de 2027 ha sido especialmente dolorosa. Sin embargo, no es la única vez que la ciudad de la Costa del Sol se queda a las puertas de acoger un evento de estas magnitudes.
En la última década y media, han sido otras las ocasiones en las que el papel internacional de Málaga no ha alcanzado los objetivos previstos. Así, en 2010 se vieron truncadas las posibilidades de ser la Capital Cultural de Europa en 2016. Un reconocimiento que finalmente cayó en manos de San Sebastián junto con Breslavia (Polonia).
La propuesta de Málaga ponía a la cultura como el centro del conjunto de mecanismos que permiten poner en contacto a la gente de distinto origen, idioma y concepto. Todos ellos conviviendo en el espacio de la Ciudad del Paraíso. Pero sus líneas de actuación, basadas en el cosmopolitismo, los fenómenos que emanan directamente del pueblo, las "zonas verdes", la capacidad de generar debate (así como el talante progresista y liberal) y el papel del arte de "más alto nivel" no fueron suficientes para conseguir ese hito.
Algo más compleja fue la situación vivida en 2017. Reino Unido se encontraba en pleno proceso de desvinculación de la Unión Europea tras haber celebrado el Brexit un año antes. En este contexto, la Agencia Europea del Medicamento decide abandonar Londres y rápidamente varias localidades muestran su interés por acoger esta cita científica. Entre ellas, Málaga.
Sin embargo, el Gobierno de Mariano Rajoy (recordemos, compartía siglas con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga) decidió mostrar su apoyo a Barcelona, con los votos del PSOE, Ciudadanos, En Comú y UPN, recogido en la proposición no de ley presentada por el PDeCAT.
Málaga se quedó sin ser la sede, lo que supuso una ruptura interna entre Francisco de la Torre, y la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Fuentes detallan que el regidor municipal "nunca perdonó" que le hicieran ese "feo a Málaga", siendo el motivo por el que apoyó a María Dolores de Cospedal en la carrera a la presidencia del PP nacional hace cinco años.
En marzo del año pasado se supo que Barcelona acogerá en 2024 la edición 37 de la Copa América de Vela. El veredicto emitido por el comité organizador de esta competición dejó fuera a Cork (Irlanda), Jeddah (Arabia Saudí) y, esta vez también a Málaga. No pudo ser, a pesar del apoyo empresarial "suficientemente significativo" y la impresión positiva de los organizadores.
Cabe señalar también que Málaga fue la única entre las 10 ciudades más grandes de España que inicialmente no iban a acoger ninguno de los actos a celebrar durante la presidencia española de la Unión Europea. Tras la polémica suscitada, está previsto que albergue una conferencia sobre igualdad durante este periodo que comenzará el próximo 1 de julio y finalizará el 31 de diciembre.
Lo que sí logró Málaga fue ser la Capital Europea de Turismo Inteligente en 2020-2021 junto a Gotemburgo (Suecia), algo que supuso la participación en 58 actos nacionales y exteriores con un alcance de 15 países de todo el mundo.
Aunque está en el aire saber si Málaga será o no la Capitalidad Europea de la Juventud en 2026 (es la única española y se enfrenta a Sarajevo, Tromso, Esmirna y Vila do Conde), el alcalde ha descartado presentarse a nuevos eventos internacionales tras el jarro de agua fría que ha supuesto esta derrota en París.