El equilibrio entre la necesidad como medio para una transición energética más limpia y el impacto en el espacio y las especies están enturbiando el aterrizaje de muchas plantas fotovoltaicas. La negativa a que se instalen en determinados parajes está generando movimientos ciudadanos que unen a pueblos en una misma lucha y haciendo que otros colectivos, no solo medioambientales, den un paso hacia delante.  

Un ejemplo de ellos son los cazadores, que en los últimos días llevan alzando la voz contra uno de los proyectos de planta solar fotovoltaica que se están proyectando sobre el municipio malagueño de Almargen.

Según denuncian, este pone en riesgo a la población local de Sisón Común, un ave que fue declarada el pasado mes de abril en peligro de extinción, y del Aguilucho Cenizo, también catalogada como vulnerable en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

Pese a que el proyecto cuenta con el dictamen ambiental resulta favorable, desde la Federación Andaluza de Caza recuerdan que este informe constata que supondrá "una pérdida de hábitat de las especies esteparias, ya que se instala en una zona agrícola cerealista de especial importancia, por su singularidad".

El dictamen emitido por la Junta de Andalucía reconoce que en la zona del proyecto, donde además se encuentra un coto de caza, existen parejas reproductoras de Sisón Común, lo que para los cazadores convierte a este proyecto en una grave amenaza para la conservación de la biodiversidad.

Frente a ello, la Federación Andaluza de Caza y la Fundación Artemisan han presentado recientemente nuevas alegaciones contra el plan que, además, supondría el punto y final del proyecto Rufa, un plan de conservación pionero que se puso en marcha en la localidad para recuperar de la Perdiz Roja.

"Los cazadores andaluces estamos a favor de las energías renovables, siempre que se proyecten con control y sin poner en riesgo la conservación: es una contradicción que la implantación de un huerto solar acabe con las poblaciones de aves vulnerables o en peligro de extinción", resume José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza.