Pese a que el precio de la vivienda sigue marcando máximos históricos en Málaga, la escasa oferta hace que en cuanto un inmueble sale al mercado, cientos de interesados se lancen a por él a degüello. De hecho, el 20% de las viviendas de la capital que se vendieron el pasado mes de junio a través del portal Idealista no llevaba ni una semana en el mercado.
Según datos del portal inmobiliario, la ciudad es, junto a Granada (21%), el lugar donde más frecuentes son las ventas ‘express’, muy por encima de la media nacional. En el conjunto de España, las viviendas que encontraron comprador en menos de siete días son solo el 12% del total.
El ansia compradora queda patente al hacer el dibujo completo de las viviendas vendidas en Málaga en junio: el 35% llevaba menos de un mes en el mercado, una cifra que asciende a más del 60% si se amplía el foco hasta los tres meses; y solo el 9% estaba anunciada en el portal desde hacía más de un año.
Uno de los factores a tener en cuenta para entender estas cifras es la rentabilidad. Comprar una vivienda en Málaga para alquilarla después asegura a los inversores un beneficio cercano al 6%, según un estudio del mismo portal inmobiliario relativo al segundo trimestre del año.
Sin embargo, eso está generando un ciclo en el que hasta ellos mismos resultan perjudicados. Mientras los inversores apuestan por sacar tajada de la vivienda en la capital para destinarlas a un alquiler turístico de poca duración, la oferta de larga temporada está cayendo en picado y llevando a números récord los precios de las viviendas que ya están construidas.
En concreto, según los datos de Idealista, el precio del metro cuadrado en junio en la capital ha roto su máximo histórico, con 2.516 euros, un 12,5 más que hace un año. En alquiler, el precio asciende a 12,4 euros el metro cuadrado, un 19,1% más que doce meses antes, lo que confirma el impacto de este círculo vicioso.
Para el malagueño de a pie, con un salario bruto medio anual, según la Agencia Tributaria, de 18.000 euros, estos números se han vuelto casi imposibles. La opción del alquiler, la más apetecible antes, sobre todo, para muchos jóvenes sin ingresos suficientes para afrontar una hipoteca, está en cotas similares a la compra.
De hecho, hace unas semanas publicaba un estudio Idealista en el que ilustraba cómo alquilar una vivienda en la capital sale más caro que comprarla. Según el llamado PER, que relaciona el precio de ambas transacciones de una misma vivienda, comprar una vivienda en Málaga equivale a pagar 16 años de arrendamiento.