Actuaban por todo el territorio nacional, aunque eran especialmente activos en Málaga, Granada, Murcia y Alicante. El modus operandi de este grupo criminal, desarticulado por agentes de la Policía Nacional, era el mismo. Sus integrantes, vinculados por lazos familiares, intervenían en parejas, desplazándose en grupos de entre seis y diez personas y con un mismo objetivo: las joyas y los relojes. En definitiva, estaban especializados en robos con violencia y hurtos amorosos.
Para poder cometer estos delitos, alquilaban casas para alojarse durante unos días. Estas sedes se convertían en los "cuarteles generales" de la operación, aprovechándolas para desplazarse a las zonas turísticas de las localidades cercanas para buscar potenciales víctimas.
Se movían en vehículos y una vez en el lugar eran las mujeres las que se acercaban principalmente a personas de avanzada edad o bien con movilidad reducida, para mientras se aprovechaban de distracciones, abrazos u ofrecimientos sexuales, lograban sustraerles las alhajas que portaban.
Se ha procedido al registro de tres domicilios en Getafe (Madrid) y Alicante y se ha arrestado en estas ciudades a ocho personas a las que se les imputa un total de ocho hurtos y robos con violencia, ascendiendo lo sustraído a 60.000 euros aproximadamente.
Coches a nombre de testaferros para dificultar la labor policial
Las primeras pesquisas se iniciaron el pasado mes de marzo, cuando los agentes tuvieron conocimiento de los robos con violencia y hurtos amorosos que se estaban cometiendo en todo el territorio nacional llevados a cabo por un grupo criminal itinerante. Avanzada la investigación, los agentes averiguaron que los miembros del grupo alquilaban casas en las que se alojaban una serie de días y desde las cuales se desplazaban a las localidades cercanas para buscar potenciales víctimas.
Estos desplazamientos los realizaban en vehículos de su propiedad, aunque en algunos casos figuraban a nombre de terceros que actuaban como testaferros para dificultar la labor policial. Asimismo contaban con una flota que renovaban constantemente, siendo muy frecuente la compraventa de nuevos vehículos, sobre todo cuando alguno ya había sido detectado por los investigadores.
En sus desplazamientos hacia las zonas turísticas para buscar víctimas, realizaban varias batidas por las distintas localidades y eran las mujeres las que se bajaban de los coches para cometer los hechos delictivos en primera persona.
Se acercaban principalmente a personas de avanzada edad o con movilidad reducida y aprovechándose de distracciones, abrazos, ofrecimientos sexuales o cualquier otro motivo, lograban sustraerles los relojes y joyas que portaran en ese momento.
Mientras tanto los hombres permanecían a la espera en el interior de los vehículos para facilitar una huída rápida tras la comisión del robo, o incluso colaborar en aquellos supuestos en los que se empleaba la violencia.
Ocho detenidos y tres registros domiciliarios
Finalmente, y tras localizar a la mayoría de los miembros del grupo alojados en una de las casas rurales utilizadas habitualmente por ellos en la provincia de Granada, los agentes llevaron a cabo un dispositivo para proceder a su arresto.
La noche previa a su desplazamiento a Madrid y Alicante se detuvo a ocho personas a las que se les imputa un total de ocho hurtos y robos violentos, ascendiendo lo sustraído a 60.000 euros aproximadamente. También se llevaron a cabo tres registros domiciliarios en las ciudades de Getafe (Madrid) y Madrid en los que se intervino distintos dispositivos electrónicos y documentación.