Así ha votado la provincia de Málaga en las elecciones generales durante la democracia
Desde 1979 hasta ahora se han repartido un total de 139 escaños, de los cuales 66 (45,2%) han ido para el PSOE, frente a los 46 obtenidos por PP (y AP).
22 julio, 2023 05:00Noticias relacionadas
Este 23 J, los españoles están llamados a las urnas por 16º vez en la historia de la democracia. Han sido 15 las ocasiones en las que con su voto, los ciudadanos han tenido que decidir al Gobierno de la nación desde los primeros comicios celebrados tras la muerte del dictador Francisco Franco. En estos más de 40 años, la provincia de Málaga ha repartido un total acumulado de 146 escaños, con una victoria clara en el reparto en favor del PSOE.
A lo largo de estas cuatro décadas, los socialistas se han hecho con un total de 66 diputados, o lo que es lo mismo, un 45,21% de todos los que han estado en juego. Los del puño y la rosa, además, han sido la fuerza más votada en 11 ocasiones, incluidas varias de ellas en las que otras formaciones (como la UCD de Suárez o el Partido Popular ante su primera victoria de José María Aznar) fueron triunfadores de la cita.
Entre el año 1977 y 1996, el PSOE fue la opción favorita de los electores malagueños, que llegaron a dar a la candidatura encabezada por Carlos Sanjuan hasta un 51,6% de los votos. En el reparto de escaños, esto supuso 7 de los 10 que por aquel entonces repartía la provincia. Un récord que hasta la fecha no ha sido siquiera igualado.
Lo más cerca que han estado los socialistas de aquella marca fueron los 6 butacones logrados en 1982, 1986, 1993 y 2004. Por su parte, el Partido Popular solo ha podido aproximarse en una ocasión, 2011, coincidiendo con la última mayoría absoluta de la democracia obtenida por Mariano Rajoy.
Precisamente, este es el registro que ahora esperan conseguir los populares, aunque según las fuentes consultadas de la formación, todo dependerá del porcentaje que obtengan en el PSOE. La demoscopia interna señala que la papeleta liderada por Mari Nieves Ramírez tendría que estar por debajo del 27% para que Jacobo Florido (número seis por el PP) obtenga su acta de diputado. Del mismo modo, apuntan a que un resultado superior a esta franja dificultaría la entrada de Sumar. Hay que recordar que en 2019, el PSOE logró el 30% de los sufragios y cuatro representantes en la cámara baja.
Otra peculiaridad a señalar reside en la desviación de los malagueños con respecto al resultado ofrecido en el resto del país. De esta forma, en 1996 se produjo la victoria de Aznar, poniendo fin a 14 años de felipismo. Es cierto que el resultado final dejó un margen ajustado (de algo más de 300.000 votos), pero esa proporción no llegó a la circunscripción de la Costa del Sol. Una vez más, los socialistas fueron la primera fuerza, con 5 diputados frente a los 4 del PP y al único sillón obtenido por Izquierda Unida.
Precisamente, IU siempre nunca ha superado esa barrera, a excepción de cuando se presentó en coalición con Unidas Podemos, que llegaron a 2 en 2016 y abril de 2019. Además, han sido 2 las ocasiones en las que no han obtenido representación desde su constitución como coalición en 1986: 2004 y 2008.
Otra anomalía ocurrió en 2008. El PSOE de Zapatero ganó por sorpresa en 2004, logrando 164 sillones, 11 millones de votos y el 38,4% de los apoyos. Cuatro años después, mejoró su marca a nivel nacional: con 169 diputados, 200.000 votos más y el respaldo del 43,8% de todos los votantes. A tenor de la tendencia de los últimos años, lo lógico hubiera sido que ese auge también se hubiera producido en Málaga, pero no fue así. PSOE y PP empataron a 5 escaños cada uno, aunque los socialistas lograron el 46% de los sufragios frente al 42% de los populares.
La repetición electoral (algo que ha sucedido en dos ocasiones en la historia de la democracia de nuestro país) tampoco deja sacar conclusiones en claro. El reparto de los 11 escaños en juego se mantuvo intacto entre 2015 y 2016 (PP 4, PSOE 3, Podemos -UP- 2 y Cs 2). Sin embargo, entre abril y noviembre de 2019 si hubo un baile relevante. Aunque el PSOE siguió siendo la primera fuerza con 4 representantes, Cs se desinfló y pasó de ser la segunda fuerza (158.000 votos) a la quinta (con 67.000 y un único escaño).
La coyuntura de los liberales en España influyó en el resto de la composición, que resultó favorable para el PP y Vox (3 cada uno) y algo menos para Unidas Podemos, quien pasó de dos a uno.