El Modelo de la Unión Europea (MEU) ha llegado por primera vez a Málaga y con él, una generación de jóvenes provenientes de diversas nacionalidades se unen para ponerse en la piel de eurodiputados y ministros de la UE y discutir cuestiones cruciales como el desarrollo de la inteligencia artificial y la infraestructura energética hasta el viernes 28 de julio.
El evento ha congregado a más de cien participantes de casi 20 países distintos y muestra el compromiso de la juventud, que ha encontrado en el rectorado de la Universidad de Málaga un espacio donde su voz es escuchada.
La capital costasoleña se posiciona como el centro de la juventud europea este verano. Como cuenta Alberto García Chaparro, malagueño y director general del proyecto, “este tipo de iniciativas son perfectas para demostrar que los jóvenes europeos somos proactivos y que Málaga tiene todos los ingredientes necesarios para ser nuestra capital”.
Más allá de ser una simulación, el Modelo de la Unión Europea, organizado por la asociación juvenil Bringing Europeans Together Association, se convierte en una plataforma formativa y cultural que impulsa el aprendizaje a través de clases de oratoria y discursos parlamentarios, conferencias de diplomáticos de la Unión Europea, mesas redondas con académicos destacados y coloquios con eurodiputados en activo en enclaves como el Ayuntamiento, el Rectorado de la Universidad de Málaga, el Colegio de Abogados, la Alcazaba, el Museo Pompidou.
Paula y Guillermo son dos de sus participantes. Estos jóvenes madrileños, estudiantes de Ingeniería Biomédica e Ingeniería mecánica y nuclear, están muy agradecidos por la oportunidad de continuar con su pasión: el debate y la oratoria.
A través del MEU, han encontrado una plataforma para expresar sus ideas y preocupaciones sobre temas actuales que afectan tanto a su país como a toda Europa.
“El mayor reto está en ponerse de acuerdo con los partidos políticos de tu propio país, más allá de acordar leyes con el resto de países”, afirma la madrileña. En el papel que desempeñan, tienen la oportunidad de sentirse importantes y acercarse a la política, aunque no hayan estudiado derecho o relaciones internacionales.
Este último es el caso de algunos otros debatientes, quienes pueden poner en práctica lo que estudian. Entre los roles que se reparten, se encuentra el de lobista, como es el caso de Guillermo, quien debe velar por los intereses de su empresa e intentar influir en las decisiones de los demás eurodiputados.
El objetivo central del evento es fomentar la difusión de los valores europeos entre la juventud y promover un mayor conocimiento de la organización internacional entre los más jóvenes. Este encomiable propósito ha sido reconocido previamente por el mismo Parlamento Europeo, quien en 2021 otorgó al Modelo de la Unión Europea el prestigioso Premio Carlomagno de la Juventud Europea.
El MEU también permite la integración y el intercambio cultural entre jóvenes de diversas nacionalidades. La experiencia ha sido enriquecedora para todos, quienes han aprendido, disfrutado al 100%, como han contado a EL ESPAÑOL de Málaga los dos jóvenes madrileños.
En palabras de Paula, “esta es una oportunidad que se disfruta tres veces: una antes de llegar, cuando estás nervioso haciendo y preparando la maleta; otra cuando estás debatiendo y la última cuando acaba y te llevas la experiencia a casa”
Al preguntarles si volverían a participar, la respuesta fue un rotundo sí. Este entusiasmo y compromiso reflejan la existencia de una generación interesada y esperanzadora para el futuro político de Europa.
Con el Modelo de la Unión Europea en Málaga como ejemplo, queda claro que la juventud está dispuesta a asumir un papel activo en la construcción de un continente más unido, activo y esperanzador.