La jubilación de Pedro Marín Cots tras varias décadas al frente de la oficina de Fondos Europeos y del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) ha desencadenado una reorganización del funcionamiento del organismo que en los últimos años ha liderado el discurso crítico a la gestión municipal y, según parece, desaparecerá como tal.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tras la información publicada por este medio anticipando los cambios, ha dejado en el aire qué ocurrirá con la institución, limitándose a asegurar que "ha desempeñado un papel interesante y seguirá haciéndolo".
El OMAU se fractura en dos áreas municipales. La parte relacionada con la captación y gestión de los dineros comunitarios quedará vinculada al área de Economía y Hacienda, bajo el mando del concejal Carlos Conde, mientras que la más propia de los proyectos medioambientales estará bajo el paraguas de la nueva concejala Penélope Gómez, responsable de Sostenibilidad Ambiental.
El regidor ha defendido que "hay que dejar un poco de tiempo a que la responsable del área articule como puede ser", dejando en el aire qué funciones seguirá llevando a cabo y cuáles otras se disiparán.
De la Torre ha resaltado que "nos interesa mucho tener siempre buenos datos, buenas estadísticas" y que "los datos veraces son fundamentales, tanto en temas de vivienda, en temas de urbanismo, como en temas ambientales".
MÁS ZONAS VERDES
Frente a las últimas críticas desprendidas por el OMAU al proyecto de ciudad, el alcalde ha valorado que Málaga es "una ciudad de aire muy limpio, en general". "Estar cerca del mar es una gran ventaja en el sentido que nuestro medio ambiente por ahí va bien", ha argumentado, confirmando no obstante la necesidad de "incrementar más zonas verdes".
"Estamos ya en más de 11 metros cuadrados por habitante y queremos llegar a 15 en pocos años, a base de añadir más espacio", ha dicho, apuntando a proyectos como los grandes parques en el Benítez y en los antiguos terrenos de Repsol.
Sobre este último, ha defendido que las VPO o el espacio de oficinas proyectados "juegan un papel muy interesante a favor del medioambiente". "Tener oficinas cerca de donde se vive y no a 13 kilómetros, como está el PTA, hace un factor esencial en menor contaminación", ha argumentado.