La diversidad lingüística de España no ha llegado todavía a la Escuela Oficial de Idiomas de Málaga. Aprender catalán, gallego o euskera en la provincia es misión imposible en estos centros públicos que, sin embargo, sí incluyen en sus programas la enseñanza de otros idiomas extranjeros como el ruso, el chino o el portugués.
Por toda la provincia de Málaga hay repartidas ocho escuelas oficiales de idiomas. En todas ellas se ofrecen clases de inglés y de francés en diferentes niveles y horarios. En seis también se oferta el alemán y en tres, el árabe.
Los centros con mayor capacidad contemplan en sus programas una oferta más extensa de idiomas, que trasciende de los más hablados en el mundo. En concreto, en la capital se enseña además de los ya mencionados chino, griego, italiano, japonés, portugués, ruso y español como lengua extranjera. Estos dos últimos también se ofertan en Marbella.
Esta situación no es exclusiva de Málaga, sino que se extiende por el resto de las escuelas oficiales de idiomas de Andalucía y, en gran medida, de España. Solo en la de Madrid se puede aprender catalán, gallego y euskera. Fuera de las regiones donde son cooficiales, el catalán, por ejemplo, apenas se ofrece en varios puntos de Aragón.
Este curso, no obstante, esta diversidad va a tener un pequeño espacio en la Universidad de Málaga. En concreto, en el Aula de Mayores de 55 años, donde se impartirá un curso de Historia de las Lenguas de España con el fin de dar a conocer y valorar el patrimonio lingüístico del país.
Al frente estará el doctor en Filología Hispánica Francisco M. Carriscondo, que asegura que esta realidad denota "el nivel del compromiso con las lenguas que se hablan en España".
Según este experto, las administraciones justifican no incluir las lenguas españolas en los programas de enseñanza en que no hay demanda, "pero si no hay oferta jamás la habrá", asegura, lamentando también que no haya ningún estudio sobre interés que despiertan entre la ciudadanía.
La última estadística del INE sí señala que unas siete millones de personas hablan en España catalán, poco más de 1,8 hacen lo propio en euskera y 2,6 en gallego. Con estos datos en la mano, Carriscondo recuerda que el Instituto Cervantes tiene en su ser la obligación de difundir todo el patrimonio lingüístico y cultural de las lenguas que se hablan en España, no solo del español.
El problema, a su juicio, está en la estructura monolingüe del país, con una visión centrípeta de Madrid, donde se concentra todo el poder. Por eso, justifica que aunque puede resultar "escandaloso" que Cataluña o el País Vasco destinen millones a promocionar sus lenguas, es la única opción porque "si no hay un esfuerzo por su parte, no lo va a hacer el estado español".
"No se trata solo de usarlas, sino de conservarlas", asevera este experto, que defiende que las lenguas son permeables y que conviven retroalimentándose las unas de las otras, pero es necesario despojarlas de cualquier uso político.
"A mí me gustaría leer los poemas de Rosalía de Castro en gallego o escuchar canciones vascas en la radio. Eso no debería ser exótico. ¿Diríamos que el catalán es una lengua extranjera?", reflexiona.