Los familiares de Maximiliano y Emmanuel, los dos chicos argentinos desaparecidos en el mar de la playa de Huelin el pasado 27 de agosto, cruzaron el estrecho la semana pasada para buscarlos por la costa norte africana sin éxito. Pese a que no han localizado a ninguno de los dos, sí que reconocen que pudieron contactar con diferentes instituciones que les atendieron, así como hacer llegar el caso de los jóvenes a la población. Hablaron con la Guardia Civil, se reunieron con cofradías de pescadores y visitaron comisarías y hospitales de toda la costa.
"Toda la gente de allá sabe ya de ellos ahora; más allá de Marruecos no sabían antes nada. Dentro de lo que cabe esto fue un poco positivo. La gente fue muy empática con nosotros", declara Nacho, hermano de Emmanuel, a este periódico.
Sin embargo, la realidad es que los familiares de Maxi y Emma, así los llaman cariñosamente, están bastante disgustados con el gobierno español, al que agradecen siempre su trabajo, pero piden "un esfuerzo más". Según su relato, el piloto de avión Enrique Piñeyro quería ayudarles en la búsqueda de los jóvenes de ambos desde el aire por la zona del Estrecho y alrededores, pero no ha recibido la autorización necesaria.
"Quería hacer un vuelo de avistaje, a ver si puede encontrarlos. Nosotros queremos que el Gobierno le autorice. Las fuerzas españolas nos dijeron que no van a buscar más, pero tampoco dejan buscar más a este hombre", prosigue el hermano de uno de los desaparecidos.
A mediados de septiembre, Nacho Soria recibió un mail procedente del Gabinete de Comunicación del presidente del Gobierno de Pedro Sánchez, donde se le indicaba que podía estar seguro de que las autoridades españolas estaban haciendo todo lo posible para acabar "la pesadilla" que estaban viviendo. Así, añadían que el presidente no podía atenderles por motivos de agenda, pero que contaran con su "apoyo y afecto".
Causas humanitarias
El multimillonario argentino Piñeyro compró el barco de Open Arms, hace tareas humanitarias desde hace años con su Boeing 787 'Solidaire' y dirige dos oenegés. La causa de los chicos era ideal para él, que cree, como declaró hace unos meses en La Vanguardia, que el Mediterráneo se está convirtiendo en una gran fosa común.
Los hermanos de Emmanuel y el padre de Maxi siguen sin rendirse y, religiosamente, siguen acudiendo a diario al sitio donde se les vio por última vez, la zona rocosa de la Playa de Huelin, a hablar de ellos y seguir pegando carteles por toda la ciudad. Aunque algunos de sus familiares han tenido que retomar sus vidas y volver al otro lado del charco, ellos no quieren que los chicos caigan en el olvido. Con vida o sin ella, quieren volver a Mar del Plata, de donde son originarios, con Maxi y Emma.
De hecho, allí, hay planeada una convocatoria-protesta para este miércoles por la tarde en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad argentina para pedir al Gobierno español una oportunidad más con Enrique Piñeyro.