Desde ayer miércoles, el Ayuntamiento de Mijas se encuentra en ebullición. Todas las miradas de la información política se dirigen a este consistorio de la provincia, el tercero más grande en número de habitantes. La moción de censura presentada por el PP, junto a Vox y a Por Mi Pueblo, va a servir para desbancar del gobierno al socialista Josele González en favor de la Popular Ana Mata, por lo que el PSOE perderá la única gran administración municipal que dirigía tras los comicios de mayo.
Entre toda la amalgama de nombres que han saltado a la palestra, hay uno que destaca por encima del resto: Juan Carlos Maldonado. No se trata ni mucho menos de un desconocido en la gestión municipal, ya que entre 2015 y 2019 fue alcalde de esta localidad bajo las siglas Cs, convirtiéndose a partir de ese momento en la llave necesaria para el mantenimiento o cambio de los gobiernos de la administración.
Maldonado llegó a la Alcaldía de Mijas en 2015, justo en plena efervescencia de la nueva política. Aupado por Ciudadanos, consiguió hacerse con la vara de mando tras obtener 5 escaños. El PP decidió cederle entonces el gobierno, dejando fuera de la encrucijada al PSOE, que había obtenido 7 concejales.
Sin embargo, este pacto duró menos de un año y el Popular Ángel Nozal (alcalde durante el mandato anterior) salió del gobierno junto al resto de su equipo. Una ruptura motivada principalmente por las malas relaciones que mantenía con Maldonado. Eso provocó que Cs estuviera en solitario durante unos meses y que en septiembre consiguiera cerrar un pacto PSOE.
Pese al acuerdo con los socialistas, la gestión no fue sencilla: entre ambas formaciones sumaban 12 escaños (uno más de los que tenía el PP), por lo que se quedaron a uno de la mayoría absoluta.
En 2019, la marca de Cs volvió a crecer, sumando un asiento más y juntando 14 ediles con el PSOE. Nuevamente, el PP se quedó sin gobernar, pero en esta ocasión, el papel de Maldonado como teniente de alcalde se diluyó de forma abrupta tras su cede en diciembre de 2021.
Durante todo el manto, estuvo en el aire la posibilidad de una moción de censura al sumar los apoyos necesarios una hipotética coalición de Cs con PP y Vox; sin embargo, pese al terremoto de Torremolinos con la llegada al poder de Marga del Cid, esto no se produjo, revalidando Josele González este verano... Hasta ahora.
De más a menos: la Diputación
La trayectoria política de Maldonado no se circunscribe únicamente al ámbito municipal, sino que además fue vicepresidente de la Diputación de Málaga hasta finales de 2021, cuando fue cesado a los pocos días de abandonar Ciudadanos. Pese a su marcha del partido liberal, no entregó el acta de concejal -y por ende siguió como diputado-.
En esos días no fueron pocos los excompañeros de partido que le recriminaron no cundir con el ejemplo que predicaba. En la primavera de 2020 había exigido a Juan Cassá devolver su acta en el Ayuntamiento de Málaga. Pero el camino de la política los juntó -temporalmente, ya que la relación entre ambos ha sido discontinua-.
Las competencias que atesoraba pasaron a recaer en manos del presidente Francisco Salado, aunque con anterioridad se le había retirado la gestión de Sabor a Málaga, achacando quejas de los productores.
Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga pertenecientes a Cs aseguran que en todo este tiempo “solo ha mirado por sus intereses”. Del mismo modo, subrayan que nadie dentro del partido entendió la maniobra que hizo forzando su salida de la Diputación, algo que supuso que la administración provincial prescindiera de 10 trabajadores contratados que venían desarrollando tareas de gobierno.
Asimismo, apuntan que su marcha también tuvo repercusión directa sobre la gestión, ya que Cs controlaba áreas similares en el Ayuntamiento y la Diputación, algo que ayudó a agilizar los trámites durante este tiempo.
Su incorporación a la Diputación, según las mismas fuentes liberales, estuvo justificada por "su victimismo"; una actitud que también mostró cuando abandonó el partido naranja, argumentando que "le habían tratado mal".
Así, el hombre que gobernó Mijas, que fue mano derecha de Salado y uno de los activos más importantes de Ciudadanos en la provincia, lo perdió todo... Para seguir pudiendo decidir sobre todo y tener en su poder la llave del cambio. Todo ello, 100 días después de haber permitido que el socialista Josele González renovara su cargo como alcalde.
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