La Invisible ha anunciado una manifestación el 3 de febrero "contra el modelo de ciudad del gobierno municipal y como última oportunidad para retomar el diálogo" y después de que el Ayuntamiento decretara a finales de año el cese "inmediato" de la actividad de hostelería, al carecer de la correspondiente declaración responsable, así como de otras recreativas de carácter extraordinario, como espectáculos, al no tener la autorización necesaria.

Desde la Invisible han criticado "el acoso constante de la Policía Local a los usuarios del espacio y la falta de argumentos jurídicos que pesan sobre el cierre decretado por el Ayuntamiento".

Amanda Romero, portavoz y miembro del equipo jurídico de La Invisible, ha lamentado "el acoso policial" que, "desde el mes pasado, los usuarios del centro social y cultural de la calle Andrés Pérez viven de forman sistemática".

Ha advertido de que "este clima de irregularidades y de acoso constante, lejos de conseguir su propósito de amedrentar a los usuarios, ha agitado un avispero que ha disparado una ola de solidaridad, de manera que ya son multitud los colectivos y personas que se están reuniendo para darle respuesta a esta instrumentalización que el alcalde está haciendo de los cuerpos de seguridad".

Romero ha recordado que el Ayuntamiento decretó a principios de año el cierre de La Invisible "sin esperar a que venciera el plazo de alegaciones previsto por la ley".

Ha dicho que "en este espacio no se hace negocio con la barra ni nada parecido" y ha incidido en que "aquí se realizan actividades culturales y muestras escénicas sin coste para los asistentes, de manera que se abre una barra con turnos voluntarios para poder cubrir los gastos. Si el único argumento para el cierre es la falta de algún trámite administrativo, como una licencia, está en manos del propio Ayuntamiento solucionarlo".

Según ha informado, "las identificaciones buscan señalar a los asistentes de esas actividades por incumplimiento de ese decreto de cierre".

Romero se ha preguntado si el regidor pretende "abrir la vía penal para colectivos que, como ha sucedido, simplemente estaban presentando un libro o participando en una mesa redonda sobre el 50 aniversario de la Declaración de los Derechos Universales".

Por otro lado, ha recordado que La Invisible "ha superado todos los obstáculos que en estos 17 años le imponía el Ayuntamiento" y ha criticado que el regidor "opta por la vía de la fuerza, cierra cualquiera diálogo, se salta las garantía procesales y olvida que gobierna para toda la ciudadanía".

Manifestación

Por último, Romero, que ha estado acompañada de otros miembros de La Invisible, ha resaltado "el apoyo inmediato" que La Invisible ha recibido "desde que comenzó el acaso policial y se decretó el cierre".

Fruto de ese apoyo, los colectivos y personas que respaldan el proyecto han convocado una manifestación el día 3 de febrero "contra el modelo de ciudad del gobierno municipal y como última oportunidad para retomar el diálogo".

Además, "como muestra de buena voluntad", la Invisible cancelará las actividades de libre concurrencia hasta la manifestación del 3 de febrero y han advertido de que "en caso de que el regidor insista en su actitud autoritaria y prepotente, esa amplia red apoyo decidirá cómo enfrentarse a las amenazas del gobierno municipal, y por tanto no se descarta ningún escenario, ni siquiera la desobediencia, pero eso se decidirá con posterioridad al 3 de febrero".

La portavoz del equipo de gobierno municipal de Málaga, Elisa Pérez de Siles, se ha referido este viernes al cese de la actividad de La Invisible y ha defendido la gestión del Ayuntamiento: "Aplicamos la ordenanza por igual a cualquier tipo de establecimiento", ha explicado.

Ha incidido en que para el Consistorio "es especialmente importante este expediente" y ha aludido a la responsabilidad y "voluntad especial del Consistorio en el cumplimiento de este decreto", ya que "la responsabilidad última es del Consistorio como titulares del emplazamiento".

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