Este 2023 se ha batido el récord de usuarios de transporte público en Málaga tras llegar, por fin, el metro al centro de la ciudad. Ha costado, pero cada vez más personas usarán el transporte público porque se llegará antes a su destino usándolo que el coche. Los inicios de todo este engranaje de comunicación fueron bastantes curiosos, y también generaban quejas por el servicio ofrecido.

Como ocurre ahora con tantos problemas con el Cercanías entre Málaga-Fuengirola. El siguiente texto en verso parecen quejas actuales pero se escribió el 29 de abril de 1895 en el diario Eco de Málaga, y muestra los inconvenientes de los consumidores del tranvía que existía en Málaga en esa época. Que era operado por tracción animal, eran mulas las que tiraban por medio de railes de los coches primarios de tranvía.

No fue hasta 1905 cuando en Málaga comenzaron a operar los tranvías eléctricos. La concesionaria del servicio ofrecido en ese año era la empresa The Málaga Tramway, una sociedad inglesa radicada en Birmingham. Y con esa información se entenderá mejor lo siguiente:

                                          EL TRANVÍA DE MÁLAGA

                                  (Desahogo dedicado al señor gobernador)

La gran de ciudad de Málaga

tiene un tranvía

con un inglés por jefe

que (¡Dios nos asista!)

¡Más nos valiera

que se hubiese quedado

por Inglaterra

Le importa tres cominos

al tal sujeto

que rabien y se indignen

los pasajeros.

Cuantos más gritan,

más malo es el servicio

de ese tranvía.

Se obligó por contrato,

y en toda regla,

a poner dos ramales

en la Alameda.

Pero el muy cuco,

por ahorrarse dinero

los puso juntos.

Olvida sus deberes

el inglesito,

como si España fuera

un barrio chino.

¡Valiente mozo!

Él come, calla, cobra,

y se hace el tonto.

A medida del amo

son los servientes:

un servicio modelo…

para no verle.

¡Ay, qué tranvía!

Era cosa de echarlo….

a la manigua.

Se burla de nosotros

el inglesote

y paga con abusos

nuestros favores.

Si no se enmienda,

pediré que lo cuelguen,

como advertencia.

¡Ya estoy muy harto

de los que sólo vienen

a fastidarnos!

Deja entrever quien escribió este texto en el Eco de Málaga que no estaba muy contento con el servicio prestado con los tranvías en mulas en la ciudad. Imaginen lo que tardaría el usuario de a pie en desplazarse de un lugar a otro de esta bendita ciudad. Funcionaban tres líneas, una era la urbana que comprendía Málaga centro, una que conectaba Málaga con el arroyo de la Caleta, y la tercera que conectaba Vélez-Málaga con el Palo.

El trayecto urbano según Juan Peris Torner circulaba desde la Estación María Zambrano, Calle Cuarteles, Pasillo de Atocha, Pasillo de Santa Isabel, Calle Carretería, Calle Álamos, Plaza de la Merced, Calle Granada, Calle Molina Larios, finalizando en el Boquete del Muelle, donde enlazaba con las otras dos líneas.

Los vestigios de este transporte público se podían ver hasta hace pocos años antes de llegar al Pimpi en calle Granada porque se mantenía a cierta altura parte del sistema de electrificación del tranvía. Viendo el recorrido no estaría mal recuperarlo en parte con un tranvía que conectase con el barrio de La Victoria por ejemplo, donde por ahora no está previsto que tenga línea de metro.  Los usuarios pagaban 0,1 pesetas por billete cuando comenzó en 1905 a funcionar el tranvía con motor eléctrico en Málaga, y era de clase única. No había distinciones de pasajeros.  

Este vehículo de transporte desempeñó sus funciones en Málaga hasta 1961, y sólo existe un tranvía eléctrico que se mantiene en pie que nos recuerda este pasado añejo. Está en la Avenida Juan Sebastián Elcano, gracias al empeño según Alfonso Vázquez de la Opinión de Málaga de José Ramón Rodríguez y Antonio Fernández Arce, trabajadores de la EMT y miembros de la directiva de Tran-Bus.

Y de la ayuda de Cristóbal Salazar Montiel (carpintero) y Antonio Sánchez Godoy (carrocero). Lo restauraron, y en su día se conservó gracias a la película Lawrence de Arabia dirigida en 1962 por David Lean. El tranvía fue utilizado en la mítica cinta rodada en Almería y que fue ganadora de 7 premios Óscar en 1963, incluido el de mejor película del año, y de 6 Globos de Oro.

Coincidió que mientras todos los tranvías malagueños iban pasando por el desguace el tranvía número 63 que iniciaba su trayecto en Huelin estaba haciendo historia en el cine mundial. Habría que haberle agradecido al equipo de producción de David Lean por mantener indirectamente una pequeña parte de esta ciudad que se ha olvidado. Ahora dejamos las mulas y viajamos en Metro.