Nueva medida de seguridad en la carretera A-355 de Coín.

Nueva medida de seguridad en la carretera A-355 de Coín.

Málaga

Nueva medida de seguridad en la carretera A-355 de Coín: una línea roja para remarcar la prohibición de adelantar

La Junta estudia además la ampliación de la calzada y la construcción de una mediana en esta problemática vía, en la que murieron 10 personas en 2023.

26 enero, 2024 15:44

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La A-355 de Málaga, a su paso por Coín hacia Marbella, ha sido un punto negro de la provincia a lo largo de 2023: diez personas perdieron la vida en esta carretera el pasado año. Para reforzar la seguridad, la Junta de Andalucía ha planteado diferentes medidas como titular de esta vía, entre las que se encuentra una nueva línea roja que busca para remarcar la prohibición de adelantar en un tramo de cuatro kilómetros.

En un punto donde la gran parte de los accidentes mortales se ha debido a choques frontales por adelantamientos prohibidos, la Dirección de Carreteras de la Junta ha pintado una línea roja (la primera en toda Andalucía) donde antes estaba la línea doble continua. El objetivo es remarcar la prohibición de los adelantamientos y propiciar la reducción de velocidad, según han apuntado en un comunicado.

A esta medida le seguirá la colocación de cuatro radares pedagógicos o carteles digitales, que informan de la velocidad alcanzada por los vehículos que circulan. Estas señalizaciones también recuerdan la máxima velocidad permitida.

Estas actuaciones se toman ante la constatación de "alta siniestralidad" en la vía durante el año pasado y como consecuencia, también, del incremento de tráfico detectado desde 2021, según han apuntado desde la Junta, y han asegurado que en esa fecha ya se iniciaron reuniones de trabajo con el Ayuntamiento de Coín y la Dirección General de Tráfico (DGT), dependiente del Gobierno.

La delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, ha agradecido las aportaciones de la DGT y el Consistorio coineño en las diversas reuniones mantenidas. "Confiamos en que la DGT nos solicite autorización lo antes posible para la instalación de radares de velocidad, como medida disuasoria", ha apuntado.

Navarro, al respecto, ha informado que “hasta el momento sólo hemos obtenido una respuesta verbal, asegurando que se tienen que cumplir una serie de ítems en cuanto a la siniestralidad e incidencias de la carretera para la instalación de esos radares”.

Asimismo, la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda no descarta un estudio de ampliación de calzada para aceleración/desaceleración y la construcción de una mediana como medidas disuasorias a medio y largo plazo, "que requieren un análisis técnico previo".

En los últimos años se han ejecutado medidas como la construcción de cuatro kilómetros de barreras de contención (quitamiedos) y se han elevado las alturas de las existentes; se ha cambiado el petril de un viaducto dañado por accidente; se ha renovado y reforzado la señalética y se han colocado nuevos discos.

Además, se habilitaron bandas fresadas (generan sonido al pisarlas el neumático) y pintadas en el eje de la carretera, así como la doble línea continua en blanco. La vía se abrió en 2014 con una previsión de 7.000 vehículos diarios de media y ya casi alcanza los 20.000 al día, lo que incluye gran cantidad de vehículos pesados por transporte de mercancías.

En total, según las indagaciones realizadas por este periódico, en la última década se cuenta del orden de una treintena de siniestros en esta carretera, con más de 20 fallecidos y varias decenas de heridos.

En declaraciones a EL ESPAÑOL de Málaga el pasado mes de diciembre, desde la DGT señalaron que la colocación de un radar "no siempre es la solución a los accidentes, es el último recurso", especialmente cuando el factor concurrente principal de los accidentes mortales de esta vía "no ha sido la velocidad, sino el incumplimiento de otros preceptos del reglamento de circulación".