Novedades en el caso de los asesinatos de Paula y Sibora Gagani —la joven italiana que permaneció durante nueve años emparedada en una casa de Torremolinos—. Esta semana, el presunto autor de ambos crímenes reconoció por carta ser el autor material de la muerte de la primera de las mujeres, pero no de la segunda.

El presunto asesino remitió este lunes una carta al juzgado instructor en el que aseguraba que quería confesar el crimen de Paula el pasado mes de mayo y contar todo lo ocurrido porque desde que entró en prisión ha tenido "un acercamiento muy grande con Dios y está totalmente arrepentido". Sin embargo, durante su declaración voluntaria ha incluido en nuevo elemento que se desconocía hasta la fecha.

Según su versión y sin más pruebas que su palabra, Marco R. ha asegurado que él no mató a Sibora, sino que fue una mafia albanesa a la que debía 25.000 euros. Debido a la deuda contraída con esta banda criminal, fueron varios los integrantes del clan los que subieron a su casa y la mataron de una cuchillada. Por tanto, el papel del detenido quedó reducido a los trabajos de emparedamiento del cadáver, que permaneció oculto hasta este 2023. 

Respecto al crimen de Paula, mantiene que hubo una pelea previa entre los dos y que tras un forcejeo la agarró por el cuello y la tiró al suelo, que ella gritó socorro pero que intentaba agredirle y la mató, aunque no recuerda nada más, solo que entró en pánico y huyó.

Según fuentes consultadas, en la carta escrita desde la cárcel (y que consta de 18 páginas), su testimonio está más centrado en los últimos días como pareja de Paula que de la muerte de Sibora.