Dos ladrones siguieron en moto el viernes 24 de mayo a un Mercedes Clase G de camino al aeropuerto de Ibiza, uno de ellos se bajó de la moto y esperó detrás del vehículo a que su compinche actuara. Y lo de hizo de una forma sorpresiva, aprovechando la congestión del tráfico el piloto de la moto se adelantó, y golpeó el retrovisor izquierdo del coche de alta gama. Eso provocó que el conductor abriese la ventanilla para colocar el espejo, en ese instante el copiloto corrió sorpresivamente para arrebatarle el peluco de la muñeca. Los ladrones estaban interesados en el reloj porque cuesta miles de euros, y la maniobra la realizaron exactamente en 10 segundos. Demostraron una habilidad que hace imposible responder a las víctimas de estos asaltos.

Conducir con un reloj de varios miles de euros en la mano izquierda puede ser peligroso a veces, aunque si los ladrones son profesionales de lo suyo no les interesa cometer más delitos. Este fue el caso, en otros las consecuencias para las víctimas son más graves que el daño material.

Es muy probable que esos mismos sujetos, si no son detenidos antes, aparezcan en verano por la Costa del Sol. Es el tour habitual para ellos, Ibiza, Marbella, Madrid, Barcelona, París, Milán, o Berlín.

Esta semana en la Cala de Mijas ocurrió una tentativa de robo de un Rolex a un particular, pero el ladrón fue alcanzado en la urbanización La Leala de Torremolinos. No será el último que se cometa de aquí al final del verano en la Costa del Sol porque estas bandas son itinerantes.

Los relojeros, son este tipo de ladrones especializados en robar relojes de lujo. Alrededor de ellos hay una gran industria criminal que trata de ofrecer una salida a tantos objetos preciados y sustraídos. En este podcast Javier Gómez Santander y Nahuel Gallota bucean sobre este sector del crimen organizado.

Cada año crecen este tipo de asaltos porque son muy lucrativos, y los relojes están cotizadísimos en el mercado negro ya que a veces es casi imposible adquirir uno legalmente porque son piezas limitadas.

Es algo que ocurre por ejemplo con Rolex, actualmente si se acercaran a la tienda de Puerto Banús sólo podrían ver la exposición que allí tienen. No podrían comprar un reloj, y eso sucede con cualquier otra tienda oficial. Allí sólo tendrían la posibilidad de apuntarse en una lista de compradores, y quizás delante haya otras miles de personas.

La marca elige a quien se lo venderá de forma discrecional. La espera por adquirir puede ser de meses o años según el modelo, algo que provoca que el mercado de segunda mano sea muy suculento.

Aunque sea ilógico en otro sector comercial, un Rolex usado normalmente tiene más valor que uno comprado en tienda porque simplemente es imposible hacerse con uno de ellos en ese momento en el que lo quieres comprar.

Relojeros

Deportistas, magnates, empresarios o narcotraficantes son los principales objetivos de estas organizaciones criminales que en un principio fueron lideradas por la Camorra, pero que ahora hay una amalgama de nacionalidades que se han unido y especializado en estos robos.

Ha generado tanta preocupación de seguridad que en Málaga se ha creado el Equipo Rolex, un grupo de policías nacionales que se dedican exclusivamente a combatir esta delincuencia. Un reloj de lujo puede llegar a costar más de un millón de euros, y en España se han robado alguno que otro como un Richard Mille (RM) 50-03 MCLaren F1.

Se lo sustrajeron a Rashad Abdullayeb mientras paseaba en el verano de 2019 por Ibiza, es el hijo del exconsejero delegado de la petrolera estatal de Azerbaiyán. Su padre dirigió la compañía durante 17 años, y con un salario de menos de 800.000$ consiguió que su hijo Rashad adquiriera en Londres un apartamento de lujo que alcanza los 20 millones de dólares y lo hizo cuando tenía 25 años.

Rashad cuando los rumores de corrupción eran más que evidentes dijo sobre el reloj de Ibiza que no le pertenecía, que se lo habían prestado. Una cosa normal, porque quien no va prestando relojes de un millón de euros por ahí.

Nómadas

Estas bandas de relojeros deciden las víctimas en cuestión de minutos si están en la calle, aunque hay otro perfil más pausado que hace un exhaustivo seguimiento de personas por redes sociales para rastrear relojes o joyas, y luego tienen un entramado detrás que les facilita la labor de deshacerse de los relojes robados.

Muchos de los sustraídos en Europa acaban en Asia, por eso el Richard Mille robado al azerí millonario de Ibiza pudo ser recuperado por una empresa que fue contratada para esa labor.

Un reloj robado en Marbella es más que probable que acabe en Moscú, Macao, o Dubai a que sea vendido en Barcelona. La Policía Nacional tiene una web para facilitar en España la entrega de estos bienes donde van exponiendo relojes que han sido incautados en operaciones contra la delincuencia organizada.

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