17 de julio del año 2024. Esa es la fecha en la que oficialmente ha arrancado la enésima y, quién sabe si definitiva, partida por el tren de la Costa del Sol. Casi 24 años después de que por vez primera el otrora presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, pusiese sobre la mesa su compromiso electoral por unir por enlazar por ferrocarril de la Costa del Sol, desde Nerja hasta Estepona, la realidad es inequívoca: Marbella sigue siendo la única ciudad de más de 150.000 habitantes sin conexión ferroviaria.
Y ello, más allá de la complejidad técnica y de la envergadura económica de la operación, supone una asignatura pendiente a la que no han dado respuesta las Administraciones regional y estatal en las últimas décadas.
La puerta a la esperanza se entreabre ahora, cuando tras reiteradas exigencias de la sociedad civil y política de la provincia de Málaga, el Gobierno central ha asumido la necesidad de sentarse a la mesa para entablar un proceso de diálogo en torno a este gran proyecto. El primer cara a cara va a situar al Ministerio de Transportes frente a la Junta de Andalucía, la Diputación provincial y 18 ayuntamientos de la Costa del Sol y Cádiz.
A la espera de conocer en detalle lo ocurrido en el encuentro que tiene lugar este miércoles, es de prever que esta cita histórica permita, al menos, sentar las bases de un proceso de negociación y discusión técnica indispensable para poder afrontar las soluciones necesarias para solventar los crecientes problemas de movilidad de las zonas occidental y oriental de la provincia.
Tras seis años de Pedro Sánchez en la Moncloa, con inversiones ciertamente testimoniales, se hace indispensable un gesto por parte de la Administración central que vaya más allá de una simple muestra de buena voluntad. Como con toda gran obra, y esta lo es por requerir miles de millones de euros, urge la puesta en marcha de estudios sobre los que construir una base inicial para afrontar el reto del tren de la Costa.
Buena voluntad
Sin desvelar las cartas con las que acude al encuentro, el secretario de Estado de Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, aseguraba este martes la disposición del Gobierno a, "desde el diálogo y el consenso", abrir un espacio que busque soluciones a las necesidades futuras de movilidad de los municipios de la Costa del Sol.
Por medio de una nota oficial, el dirigente estatal tendía la mano a los participantes en el cónclave para "llegar al mayor número de acuerdos y a la mejor solución para mejorar la vida diaria de los vecinos, siempre desde la máxima lealtad institucional con las Administraciones implicadas".
El objetivo, remarcaba, es que el encuentro "sea el inicio de un diálogo que ofrezca respuestas concretas a los problemas de movilidad". Es llamativo, en cualquier caso, que en el mencionado comunicado no hubiese una sola referencia al tren de la Costa del Sol.
La misma voluntad de acercamiento han mostrado, de inicio, los alcaldes y representantes de las instituciones gobernadas por el Partido Popular. En su nombre, Juan Ramón Carmona, secretario general del PP en Málaga, ha asegurado que todos acudirán a la reunión con "espíritu constructivo, colaborativo, propositivo y resolutivo".
Eso sí, Carmona ha confiado en tener algún gesto del Gobierno hacia la provincia de Málaga semejante al que ha tenido con Alicante, cuando el ministro del ramo, Óscar Puente, anunció la puesta en marcha de una iniciativa piloto que implica la liberación del peaje de la circunvalación de la localidad. Una fórmula que, el martes por la tarde, descartó el Ministerio de Transportes para la autopista de la Costa del Sol, por entender que son circunstancias diferentes.
Uno de los argumentos empleados desde el Gobierno para justificar esta reunión, que fue anunciada apenas días antes de las pasadas Elecciones Europeas, era que el trabajo impulsado desde el Ayuntamiento de Málaga y Analistas Económicos, elaborado por la empresa ARCS, era insuficiente para medir adecuadamente la dimensión de la actuación.
Ese análisis inicial concluye que es factible hacer una conexión ferroviaria hasta Marbella, con un coste de entre 2.500 y 2.700 millones de euros (sin IVA) y que permitiría ir desde el aeropuerto de Málaga hasta Marbella sin paradas en 22 minutos.
Detalles del último trabajo
Un modelo de circulación que se complementaría con un tren rápido que sí pararía en varias estaciones del recorrido. La demanda potencial anual sería de entre 34 y 46 millones de viajeros. Habría que construir 47 kilómetros de línea nueva y, a priori, se establecerían estaciones en Aeropuerto, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Las Lagunas, Mijas La Cala, Las Chapas, Hospital Costa del Sol y Marbella.
La idea es que esas estaciones sean ejes modulares y se pongan en servicio autobuses para trasladar a la población hacia ellas y crear aparcamientos para dejar el coche e irse en el tren. Según este estudio, hacer esta infraestructura supondría un ahorro de 600 millones de euros a la provincia en accidentes, pérdidas de horario...
Aplicando el razonamiento del Ejecutivo, se antoja indispensable que por parte del Ministerio de Transportes, competente en la materia, se activen los estudios iniciales para configurar la estructura sobre la que se asentará el ferrocarril de la Costa del Sol. Hay que recordar que el último trabajo técnico realizado por el Ministerio de Transportes data de 2015 y sirvió de base para el estudio informativo y de alternativas presentado por el ministro Íñigo de la Serna en 2018 para llevar el Cercanías hasta Marbella.