Las 5.000 localidades que la empresa Lances de Futuro sacó a la venta para la vuelta de los toros a Málaga se acabaron más de una hora antes del inicio del festejo. El cartel, formado por José Antonio Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado era de los más esperados por los aficionados que llenaron -visualmente- una plaza al 50% de su aforo.
La Corrida Picassiana era la fecha: 20 de agosto. Por fin se desengrasaba la puerta de cuadrillas de La Malagueta en una tarde de expectación. El espectáculo, toros aparte, fue completo. Desde el inicio se vivía el ambiente de las tardes especiales. Antes del inicio del paseíllo, dos niños con sendas cabezas de toro que cruzaban el coso a paso lento y a los sones de Farruca del Molinero de Manuel de Falla. Sí, el espectáculo también estuvo en la música: la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga prometía que, al menos, iba a haber diversión.
El paseíllo, como no podía ser de otra manera, rompió con Pan y Toros, de Barbieri, y con los toreros frente a la presidencia, los asistentes se pusieron el pie con los sones del himno de España. Un atronador aplauso presagiaba que los aficionados habían venido a disfrutar.
Bizet, Falla y la sorpresa final: la Malagueña de Ernesto Lecuona. Hubiera gustado más escuchar Puerta Grande, pero no se dio el caso.
En el público
En los burladeros hubo menos ambiente por el lógico recorte de localidades. En el de la Diputación Provincial se dieron cita los tres hombres fuertes del PP en Málaga. En un extremo, Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad, en el centro Francisco Salado y a su lado Elías Bendodo. Les acompañó también el matador de toros local Saúl Jiménez Fortes.
En el burladero de la empresa, junto a José María Garzón estuvieron Leopoldo González-Echenique, expresidente de RTVE y Ricardo Sánchez Antúnez, delegado del Gobierno de Andalucía en Sevilla.
Sobre todo, lo que se vivió fue el reencuentro de la afición, que llenó el coso del Paseo de Reding en una jornada que, si bien no se recordará por el toreo, sí será recordada por terminar con más de 700 días de sequía taurina en Málaga.