Cada vez son más las mujeres protagonistas en el mundo de la música clásica. Sin embargo, todavía hay muy pocas directoras de orquesta y compositoras reconocidas a nivel mundial. En cuanto a cuartetos, la mayoría está formado por hombres y la presencia femenina es escasísima. El recién nacido Cuarteto Carmen Thyssen viene a visibilizar el enorme talento de las jóvenes instrumentistas.
Cecilia Blanes (violín), Marta Chica (violín), Paula Sedeño (viola) y Laura Ramírez (violonchelo) forman parte del primer cuarteto de cuerda estable residente en el Museo Thyssen tras la firma de un acuerdo de colaboración con la Orquesta Filarmónica. El conjunto ofrecerá el primero de sus cuatro conciertos esta temporada el sábado en el Patio de Columnas del museo.
"Aparte del bagaje instrumental que tenemos, profesionalmente nos unía la inquietud de formar un cuarteto residente en la ciudad y centrado en la la obra española del siglo XIX muy en la línea de la colección permanente del museo. También tocaremos pinceladas del siglo XX. Era un deseo conjunto", reconoce Cecilia, acompañada de las otras tres artistas, durante una entrevista vía Zoom con EL ESPAÑOL de Málaga.
Un gran reto
La creación de este cuarteto supone una auténtica oportunidad en la carrera de las cuatro jóvenes. "Es un proyectazo. En el inicio supone un gran reto y una gran ilusión. Además, tenemos un espacio idóneo para llevar a cabo nuestros conciertos: el patio del Museo Thyssen. Sin olvidar que nos avalan dos entidades de peso", subraya la violinista alicantina y una habitual en la Orquesta Filarmónica de Málaga.
Para Laura Ramírez, "a nivel personal y profesional es una alegría poder formar parte de un cuarteto estable". "A día de hoy es muy complicado. Muy pocas agrupaciones de cámara lo consiguen", señala mientras reconoce que las cuatro se han formado durante 14, 16 o 18 años para interpretar esta música. "Poder tocarla después de tantas horas de estudio y sacrificio es un sueño, una alegría", sentencia.
"Es una suerte realizar nuestro sueño en esta ciudad. Después del inicio de la pandemia y de lo que ha sufrido el sector cultural, y el poco mimo que se le tiene, hacer música de cámara y conectar físicamente con el público es un privilegio. Aunque sea con distancia de seguridad. Es muy ilusionante para las cuatro", insiste Paula Sedeño.
Marta Chica cree que hacer música de cámara es "muy especial", más aún tras trabajar en orquestas y solos, porque es la que más les llena. "Esta oportunidad se trata de un caramelo", recalca. Además, cada una podrá residir o estudiar en ciudades diferentes y seguir formando parte del cuarteto.
El Cuarteto Carmen Thyssen ofrecerá cuatro conciertos a lo largo de esta temporada bajo el título Cuartetos al lienzo. Un viaje a través del siglo XIX. Con una periodicidad trimestral, las actuaciones serán los días 29 de enero (este sábado), el 23 de abril, el 18 de junio y el 15 de octubre. El repertorio está compuesto por piezas de Ruperto Chapí, Alexander Borodin, Tomás Bretón, Félix Mendelssohn, J.C. Arriaga, P.I. Tchaikovsky, Joaquín Turina y Maurice Ravel.
"La zarzuela es nuestra ópera"
Las cuatro jóvenes interpretaran una programación centrada en revalorizar la obra española del siglo XIX, recuperando así compositores autóctonos como Ruperto Chapí. "Hasta ahora se le conocía por su zarzuela. La zarzuela es nuestra ópera. Eso se queda en un segundo plano muchas veces. Sus cuartetos han sido un descubrimiento para mí. Me han robado el corazón", asegura Blanes.
Con cada motivo y cada tema de Chapí, el espectador se podrá empapar de una escena cotidiana que se sale de lo elitista. "Es costumbrismo, muy en la línea del Thyssen. Hay cuadros de Romero de Torres, Sorolla y Casas donde observamos escenas de lo cotidiano. Chapí es un compositor de la calle. Lo acompañaremos de obras conocidos de compositores europeos", cuenta la joven alicantina, que reprocha que apenas se programa la obra de Bretón o la de Chapí en su faceta de cuarteto de cuerda.
Igual le ha ocurrido a Laura con la obra de Chapí. "Al menos para mí ha sido un descubrimiento. Turina es conocido y Tomás Bretón también, sobre todo por la zarzuela de La verbena de la Paloma. A nivel camerístico no es nada conocido. Me está gustando casi todo. Va a gustar mucho", asegura.
Visibilidad a mujeres profesionales
En mitad de la entrevista surge un debate sobre el papel de las mujeres en el ámbito de la música clásica. "Las mujeres accedemos bien a la formación musical en los conservatorios. Cuando llegamos al campo laboral la cosa se invierte. Cada vez estamos cambiando más cosas. Con proyectos como este estamos dando visibilidad de que las mujeres somos profesionales del escenario, no sólo de la pedagogía", señala Paula.
La joven malagueña compagina desde 2020 su actividad interpretativa con la docencia y la actividad como musicoterapeuta en ámbito hospitalario de España. "Me gusta la sensación del escenario y el directo", admite mientras recuerda que "en cuanto a cuarteto, la mayoría está formado por hombres o si no la representación femenina es muy buena pero muy escasa".
Laura, fundadora del Cuarteto Lehmberg en 2012, reconoce que todas las piezas que ha interpretado en su carrera han sido obra de hombres. "Estamos acostumbrando a compositores y directores hombres. Aunque cada vez están saliendo más directoras. Compositoras quizá menos", declara.
La violinista también recuerda que "durante la historia la oportunidad que ha tenido la mujer de expresarse y de opinar ha sido reducida". "No me imagino la gran perdida que hemos tenido en el mundo a nivel educativo, musical, poético. Las escritoras eran consideradas poco más que locas por atreverse a escribir o hacer una pedazo de novela. O escribían con pseudónimos masculinos", se lamenta.
Las cuatro artistas llevan un mes y medio ensayando para preparar sus cuatro recitales. El público asistirá a una experiencia única, pues es la primera que en Málaga hay un cuarteto residente en un museo, además de ser "una oportunidad de oro para seguir acercando al público la pintura española del siglo XIX y principios del XX en su contexto histórico artístico y, en esta ocasión, también musical", explica el gerente del Thyssen, Javier Ferrer.